de lo que olvidé

Ya no recordaba lo que era el cansancio de no hacer nada, no recordaba lo que era tener tantas horas y no saber que hacer con ellas, tampoco recordaba lo que era no tener que ir al instituto ni al trabajo y dedicar esas horas a mi, a placeres olvidados y no me refiero a solitarios que un solitario es como montar en bici pero más placentero y nunca se olvida, recuperando el placer de la lectura, con un cómic, recuperando la sensación olvidada de flotar en una piscina, rememorando la sensación de placidez de estar dorándote al sol, redescubriendo la alegría de tener agujetas, saboreando bebidas frescas y gaseosas con la lectura del periódico, disfrutando de prepararme la comida y mordisquearla a bocados, sin prisas, charlando por Messenger con amigos y haciendo planes y quedadas para este verano, yendo al trabajo a saludar y hablar con una amiga, me gusta la palabra amiga, escuchándola y sentirme de alguna manera como que estoy ahí por que más no puedo hacer.

Y disfrutar de la rehabilitación viendo series, cantando en el karaoke, ahora que estoy sola puedo cantar sin cortarme, la música me encanta, no entiendo como he podido vivir años y años sin ella, mejor no saber lo que me he perdido, así el sufrimiento ha sido menor, y vuelvo a disfrutar de todo mejor, dar largos paseos por la carretera que llega a un pueblo cercano, quedar con unas amigas, he recuperado a una de ellas y es un regalo.

De lo que no disfruto es de la tele, me aburre, tanto que ni la enciendo, por eso, sólo por eso, creo que soy feliz, no tengo a nadie con quien discutir por el mando, ni por el tipo de programa a elegir, eso si, me falta ella, pero ya llegará, todo llega, siempre ha sido mi lema.

Genial, aún me quedan dos días a disfrutar, la paga extra que vendrá y se irá igual de rápido, noches de trabajo con barbacoas y cubatas por que me toca con gente afín a mi….. y a esperar, que las vacaciones ya están aquí ( o la baja laboral, tanto da)

Felices vacaciones a todas