turnos

A veces la mirada de los demás no coincide con la propia, la mirada del otro suele ser más benévola, gente que me conoce me define con varios adjetivos que algunos comparto y otros no, me dicen por ejemplo que soy fuerte, en ambos sentidos, menos en el físico, pero es algo en lo que no coincido, en el primer caso por que más que fortaleza se podría achacar a mi cabezonería y orgullo, en el segundo caso, no me considero una persona particularmente fuerte, tengo compañeros que son capaces de acostar a personas a pulso sin ayuda, y yo más de una vez he tenido que pedirla, creo que en mi caso sería decir que soy resistente….como los relojes... a la presión y al agua.

O será que una a veces no sabe donde está el límite que el cuerpo puede aguantar, el motivo por el que no haya escrito mucho en el blog se debe a dos cosas, una de ellas me la reservo, de contenido sentimental, la otra es el trabajo, y a veces se junta todo, es la segunda vez que curro 24 horas seguidas, la primera fue hace medio año, fruto de un error y la segunda de las circunstancias, en un fin de semana puede dar para mucho, tanto para la alegría como para la tristeza, el viernes estaba currando de mañana, cuando una compañera me pregunto que turno tenía el sábado al responderle que entraba de noche me pregunto si le podía hacer el favor de hacerle la mañana ya que era el cumpleaños de su madre, le dije que no había problema, el sábado entre de mañana, después de comer me fui a la playa y volví al trabajo, nos tomamos unos mojitos, hicimos una cena de esas que no se olvidan, regada con muchas risas y buen rollo.

El domingo descansé poco y luego entre otra vez a repetir lo del sábado, mismos compañeros y cuando ya quedaba poco para salir se me acerca un compañero a decirme que una señora se había suicidado, me quedo parada, la boca abierta de asombro y al rato, añade es la tía de….., joder pienso, ayer el cumple de su madre y ahora esto, termine de trabajar a desgana, y al venir las de la mañana aquello parecía un velatorio, cuchicheos, miradas, hasta que vino la compañera, pero claro, en semejante percal nadie está para trabajar, así que se subió arriba a estar con la familia, y yo, me ofrecí a hacer su turno con el permiso del supervisor, eso sí, me dieron la carpeta más fácil, pero aún así terminé la mañana cansadita, a la tarde me tocaba mi turno, así que me lo volvieron a cambiar a la segunda que por las tardes es más tranquila y allí estuve toda la tarde….

Mi abuela siempre decía….. “no nos dé Dios lo que el cuerpo pueda aguantar”, bueno, no fue para tanto, aunque me sentí más que cansada claustrofóbica después de estar 3 turnos seguidos.

Eso si, el regalo me lo dio el supervisor que me llamo para darme todos los días que me deben, así que ya tengo otro mes de regalo para viajar…… y si fuera por mi me iba a mi isla favorita a….



Lo sé, sigo dando garrafón, (a la del mail, a mi clienta favorita) pero ya paso, es una fase y sé que pasará.