Lo de fina no sé, lo de borracha un rato, y eso que sólo llevo una cerveza, la culpa del clima, que tenemos la suerte de tener 350 días de sol al año y nada mejor que pasar la mañana de la Comunitat en la playa, ha estado genial, siguiendo un impulso después de intercambiar breves frases con una bloguera, le dije a la que me parió si me quería acompañar a la playa…y dicho y hecho.
Retrocedamos, no pensaba escribir, pensaba abandonar esto, a la buena de Dios, por que si hay algo que me molesta más es que opine gente de una película que ni siquiera estaba cuando empezaron los títulos de crédito, pero como Dios no existe y esto son daños colaterales de tener un blog público pues no queda otra que aguantar, y lo aguanto con una cerveza, qué le vamos a hacer. Además que paso de la historia, la gente que opine lo que quiera, yo que soy implicada sé lo que paso y me monto mis historias como me da la gana, y como no tenía ganas de escribir ni de nada pensaba subir algo que ya había escrito, no sé si antes de la primera operación o después de que me implantaran a cojo, pobrecitas, las que ya lo habéis leído antes, y hablando de pobrecitas, me estoy acordando de una canción de Ana Belén que llevo toda la semana escuchando y que se titula “pobrecita de mi” que no tiene nada que ver, se trata de rehabilitación porque le pasa como a Susana Alva que es de las voces que mejor entiendo.
Pero me da que lo publicaré horas después, es sobre la musicoterapia, pero es que ahora voy a hacer uso de la letraterapia con cerveza, a ver que da de sí.
Sigamos…..olvidemos lo anterior, borra y empieza a leer aquí, pues eso que seguí el impulso y le pedí a la que me parió que me acompañara a la playa, iba a ir a la de San Juan que por lo menos está más limpia pero como soy un desastre y no recuerdo donde aparque el coche antes de irme a Mallorca pues nos hemos ido a la del Postiguet, engañé a mi madre y me tape con el pelo las orejas porque no me apetecía hacer uso de la memoria auditiva e imaginarme el sonido de las olas, quería escucharlas así que me acompañaron aparte de la susodicha, cojo y gris.
Y no me arrepiento, dicen que nos acostumbramos a lo bueno, tanto como a lo malo, pero yo aún alucino con esto…..creo que me da vergüenza escribir con una cerveza encima porque….ya lo estáis viendo.
Las prisas hicieron que me dejara el libro de “cien años de soledad” y me alegré porque me estoy haciendo un lío con los Arcados y los Aurelianos y se me olvidó la chuleta genealógica, así que hice lo que hago cuando estoy rodeada de gente…. “leer” conversaciones ajenas, no, no soy cotilla, solo curiosa, y me quede alucinando de las estulticias de la gente, ostia, que palabra acabo de soltar, no sé si es lo que pienso pero es lo que ha salido, vale, mi cabeza cuando note el alcohol tiene vida propia, pues eso, alucino con la gente, los que estaban a escasos metros de mi me dejaron con la boca más abierta que el sálvame de luxe, que estuve a punto de levantarme y meterme en la conversación para quitarles la razón, pero como no me apetecía que me miraran como a una loca que adivina las mentes porque lo sencillo nunca se les pasa por la cabeza, esto es, una sorda que lee los labios de los demás, y como tampoco quería que echaran a correr pensando que les iba a echar el mal de ojo, seguí a lo mío, enterándome de conversaciones a cual más interesantes.
Mi madre me señala al típico elemento playero que va con una especie de palo imantado buscando cosas en la arena, le comento que si me agarran de los pies y me ponen cabeza abajo con los imanes que tengo en los parietales a saber lo que saco yo de la playa, lo cual nos llevó a una delirante conversación más por mi parte que por la suya de todas las ventajas que podría dar de si tener la cabeza imantada, al menos hice reír a mi madre a carcajada limpia.
Pero yo al rato me quedé observando a una chica, si, la de la foto, la JG, qué es como Dios, está en todas partes pero nadie la ha visto, y mira que lo intenté, llamar su atención se entiende, le sonreí, achiqué los ojos, ni caso, va da diva? Pensé vaya, y si me acercó y le pido una cita, pero una tiene la autoestima por los suelos y mejor no arriesgarse.
Joder con la cerveza, hay que ver lo que me suelta, ves? Esta soy yo, así de loca, que no me extraña que cuando el ambiente decae siempre hay uno que me invita a una copa, normal, si de normal soy graciosa cuando bebo es la leche, que es lo que pasará el día del Pilar que me han invitado a la barbacoa en Villaculos. A ver si me da la foto de la otra barbacoa para subirla.
Y ya está, pobrecitas, pobrecita de mí, y un carajo, es lo mejor, desvariar, hacía time que no lo hacía y esta noche salgo de farra con unas amigas, así que antes de irme y como es mi blog y subo lo que me da la gana pondré el post de la “musicoterapia” porque ahora que entiendo mejor la música clásica tengo que escuchar todas las piezas que puse para cada cosa.
Eso después de comer, de echarme la siesta, tomarme un café cargado y “olvidar” esto que acabo de escribir.
Lo siento Jirafa, por mentarte, salió así, además que culpa tengo yo de que seas la “Belén Esteban” de los foros, eso sí, con mejor gusto y más cultura…… y más graciosa evidentemente.
Lo siento. Lo digo por mi, porque anda que no se me va la pinza, pero que a gusto me he quedado....ya se sabe....
jajajajajaja Guada, de leerte, qué ganas me ha entrado a mí también de tomarme una cerveza y despelucarme un poco!
ResponderEliminarjajajaja Morgana, se me va la pinza, no lo he leído porque si no tendría que poner el muñequito de la cara colorada,
ResponderEliminarme alegro que te hayas reído, a veces apetece desvariar,
bueno me piro de farra que para algo estamos de puente
besos
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