Bondad

Tenemos días mundiales a tutiplen, que si los que sufren Alzheimer, cáncer, los zurdos, los sordos, los etc, ahora se han sacado de la manga el día de la Amabilidad (o Bondad), por desgracia nosotros no lo celebramos, claro que nos sobra amabilidad por los cuatro costados, y no necesitamos celebraciones para demostrarlo, aquí sale un español a la calle y te saluda toda la gente, buscas un sitio para aparcar y te encuentras a uno que te hace señas, la pena es que si no le das nada te raja el coche, somos tan amables que sin pedir permiso nos colamos en la cola del pan, total sólo llevamos una barra, pena que no sea de hierro……, somos tan amables que aparcamos en zonas reservadas, demasiado amables que ni saludamos, ni nos despedimos, directo al grano, oiga, tan amables que en el desfile de las F.A. saludamos a nuestro presidente con “bonitas” palabras.

Ays, la amabilidad es un arma más poderosa que las palabras, es más efectivo un gesto amable que cien mil bonitas palabras, pero claro nosotros para los gestos somos muy parcos, eso sí hablamos por los codos.

Lo celebran (no sé como), supongo que en la calle, como si fuera una gran Iglesia en la que todos se dan las manos y se besan, toqueteos no eh, la idea surgió allá por los años 60 en unos disturbios que hubo en la Universidad de Tokio, visto el clima que surgió por este motivo el Rector de la misma pidió a los estudiantes que revirtieran dicho clima mediante cortesía y amabilidad.

Hasta ahora son 15 países los que ya se han sumado a la iniciativa, México lo celebra hoy por primera vez, entre los países están Canadá, Francia, Inglaterra.

Lo jodido es que la palabra Bondad está al menos para mí, denostada, es algo que se confunde con ser tonto, ser amable es predisponer al otro a que se aproveche de ti, total como ella es buena pues……

Pero la deformación profesional es lo que tiene y si intentas ser amable con alguna persona mayor, se aferra más al bolso como si se lo fueras a robar, si saludas, te miran con rareza, así que mejor ser borde no? Porque visto el éxito mediático de la Esteban parece que es lo que tiene más audiencia.

Pues no, yo voy a seguir igual, no pienso cambiar, y esta noche lo voy a celebrar compartiendo risas y de cena por ahí, seré muy buena y bondadosa.

La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida, totalmente de acuerdo con la frase de Shopenhauer, digo yo, que podríamos ser almohadillas de vez en cuando.