Las cosas del querer

Por segunda vez me encuentro en Valencia, no es tan extraño, ayer fui a hacerme un TAC, esto de la segunda operación está yendo demasiado bien, incluso más rápido que la primera vez, lo que no es de extrañar, esta vez ha sido por un impulso, una media broma que le gasté a la pulga, ya ves, ella se tenia que volver hoy por que tiene el cumpleaños de su sobrino y en teoría yo debería estar trabajando, más bien devolviéndole unos días a M. que se los debo, pero el lunes me cojo la baja otra vez, y esta será sólo para una semana o diez días, los suficientes para que se me baje la inflamación y el dolor.

Mare meua, una setmana sin escriure i ja estic, altra vegada anant a voltes amb el cap...

Collons, se me pega todo, pasad de la anterior frase, eso, aquí estoy en Valencia, por segunda vez en apenas 24 horas, pero no estoy en la capital, sino en un pueblo llamado igual que una película de Segura, en casa de su primo, escribiendo en su ordenador, esperando que termine la fiesta de cumpleaños, supongo que en breve volverá, en un par de horas, aunque le he dicho que no hay prisa, puedo esperar, tengo toda la vida para estar con ella.....(crucemos los dedos)

Que me embalo, que queriendo decirlo todo, me dejo letras en el tintero, tanto viaje en coche me deja con la sensación de que mis neuronas no hacen sinapsis, intentaré resumir, para empezar, ha habido follón en el trabajo con eso de la interinidad, yo me quiero ir, quiero renunciar, les dije a mis compañeras, las que aprobaron la oposición de que pidieran mi número, me dijeron que hasta que no saliera el listado de los números de las plazas, ellas no podían pedirlo, salieron, y todos los números menos el de una, que afortunada, la pobre fue pasto de las miradas de algunas, la envidia es muy mala, yo cuando la vi en conserjería firmando la hoja de salida es que la abrace y todo, se quedo alucinada, luego ya me dijeron que tenia que hablar con una del comedor que había aprobado por promoción interna y que no sabia que número pedir, que estaba hecha un lío por que todo el mundo le decía que éramos dos las que nos queríamos ir, pero que nadie le decía nada, la compañera que vino a decírmelo lo hizo con una actitud que no me gusto, como si me lo ordenara, otra también vino a darme consejos y tampoco me gusto, después vino P. a decirme que no hiciera nada, que los de arriba estaban con la mosca tras la oreja, que cada una se pidiera su número y así todas las tardes de los últimos meses, que al final tiré la toalla y dije...... se acabó, no quiero saber nada del tema, si me cogen el número pues de puta madre, que no me lo cogen, pues de puta madre también.

Pues no me lo han cogido, oh que pena, según rumores le han quitado la plaza a la que me daba el tostón continuamente, me sabe mal, pero paso de preocuparme y de flagelarme, lo siento por ella, me va a crucificar en cuanto me vea, de por que no he ido a hablar con la del comedor... pues muy sencillo por que la del comedor es peor que yo y  basta que vaya yo a decirle lo que tiene que hacer para que me mande a comer hierba al campo de béisbol que está por el quinto c.....

La baja que me voy a pedir el lunes, pues viene a la ostia que me metí en la segunda planta, una que siempre va con prisas y corriendo y así no se puede, falta gente, faltan cosas, hay mucho trabajo y se me olvido que el suelo estaba mojado por que antes se me había caído un vaso de agua, un despiste muy desafortunado por que del resbalón me clave la punta de la mesa en la costilla izquierda, mis compañeras no me vieron, menos mal, por que la ostia tuvo gracia, yo es que hasta para eso resulto graciosa, pero me oyeron, los gritos y la respiración entrecortada, insistieron para que me sentara hasta que se me pasara el dolor y de bajarme al bajo y que mi compañera del bajo se subiera, pero me negué. cabezota se le llama a eso.

Y mi cabezoneria me duró una semana, que es lo que he aguantado, al final me fui a urgencias, al centro que está a cinco minutos de mi trabajo, placas y demás parafernalia y el correspondiente parte, que entregué en el trabajo, no puedo, no puedo hacer esfuerzos por que el dolor me corta la respiración y en mi trabajo no hacer esfuerzos significa no trabajar.

Y aquí estoy, nada sale como yo espero, creo que oigo pasos, será mi chica que ya viene, joer que pronto, se le habrá atragantado el pastel y todo, falsa alarma, soy yo con el puto chicle, que del ruido que hago mascando lo he confundido con pasos, hay que joerse, tendré que escribir un post sobre eso, no sobre mis aciertos y mis éxitos en la rehabilitación, sino en las equivocaciones absurdas algunas, patéticas otras y la gran mayoría resultan graciosas.

No sé subir fotos desde aquí y me da cosa ponerme a trastear en el ordenador de una persona que ni siquiera conozco.

edito: me acabo de acordar que he sido premiada en el blog de la azafata de una isla pérdida y remota dónde hay un tesoro..... ella evidentemente, nada de cofres llenos de oro, es su amistad lo que es un tesoro y ella en sí, y no, no es peloteo por el premio, ella sabe, lo subo en cuanto pueda, mola cargarme las estanterías del peso., mañana lo subo o pasado, prometido.