podria

Podría escribir de cómo un patito se convierte en cisne, más bien en sentido inverso, o mejor aún para que nos entendamos de que como una pulga se pasa a convertir en un piojo, pero no me apetece perder el tiempo ni el mío ni el vuestro.

Podría escribir sobre los motivos de forma resumida del por que la quedada sureña ha sido un desastre salvo el primer día en Sevilla y lo que nos llevo a irnos pitando tres días antes de lo previsto, pero prefiero olvidarlo.

Podría escribir sobre el orgullo o los celos, pero es tan fina la línea entre ellos que a veces se confunde y como me confunde pues no escribo.

Podría escribir sobre que no siempre el ser una persona sincera y honesta con los demás tiene que ser recíproco, no todo el mundo tiene las agallas para decir la verdad y ser honesta, pero no me apetece escarbar en la condición humana, ya lo hizo y muy bien Malraux.

Podría escribir sobre decepciones, pero me decepciona escribir sobre ello.

Podría escribir sobre las crisis, y no esta socio económica que estamos pasando, más bien de las crisis de pareja, de la mía en particular pero sería exagerar un poco, más que crisis es el peso del pasado que no tiene pinta de ser ligero.

Podría escribir sobre mis secretos inconfesables, pero son eso, inconfesables.

Podría escribir sobre mi próximo relato erótico pero para eso debería terminar el que tengo en el blog.

Podría escribir los versos más tristes esta noche, pero es la hora de comer y ya los escribió Neruda.

Podría escribir sobre lo morena que me estoy poniendo, delgada que me estoy quedando y buena que me estoy haciendo pero solo sería verdad las dos primeras.

Podría escribir sobre lo avergonzada que me siento por mi comportamiento pero no tengo ganas de ponerme a llorar, ni mucho menos sentirme miserable, se me pasará como todo.

Podría escribirle un sms a ella, pero no sé que decirle ni como ni qué hacer, necesito silencio y pensar.

Podría escribir sobre el amor, sobretodo ese que está lejos pero no me apetece ponerme sentimental ni aburriros.

Podría escribir sobre diferentes maneras de suicidarse al estilo del libro de los conejitos suicidas y emularlos pero supongo que lógicamente del primero no pasaría.

Podría escribir tantas cosas que me queman, pero no tengo ni tiempo ni ganas ni fuerzas para empezar.

Podría escribir un libro o por lo menos empezar el esbozo, pero seamos realistas ni tengo madera de escritora ni tengo agallas para ello.

Podría escribir sobre lo que voy a hacer, pero lo único que me apetece es esconderme, con mis tres astillitas clavadas y lamerlas en silencio hasta que se reblandezcan con el tiempo y poder sacarlas sin dolor y sin molestar a nadie.