día raro

Ella se va, vuelve a su casa y yo procuro que la tristeza no se me note, el problema está en que por más que procure que la expresividad de mi cara no salga a flote en momentos que no deseo que lo haga, nunca ocurre, escondo mi mirada de la suya, mi despedida es más fría de lo que realmente pretendo, no puedo evitarlo, es la única manera que tengo de irme sin sufrir, le doy un beso como si la volviera a ver en unas horas, enfilo hacia la puerta, me meto en el coche y sin mirar atrás, ya estoy doblando la vuelta a la esquina, no sin antes vencer la tentación de subir corriendo y darle un abrazo.

Las despedidas cada vez me resultan más raras, sufridas, jodidas, pero es lo que hay, pienso mientras el coche pasa la primera rotonda y empieza a esnifar alquitrán, kilómetros que me esperan para llegar a la ciudad, hago de tripas corazón y me pongo música, quiero poner música optimista y alegre pero lo que me sale es poner una triste que me hace sentir aún peor, el tiempo parece que también es aliado por que luce unos nubarrones grises que presagian lluvia, como mis ojos que parece que se lo estén pensando.

Sigo conduciendo, empieza a sonar una canción más alegre, una de Fangoria, le subo el volumen, sonrío, la voz de la cantante me retrotrae al día de ayer cuando ella puso música en la tele y me hizo el karaoke, bailamos e incluso me atreví a cantar con ella una simple estrofa, sigo sonriendo al mismo tiempo que empiezo a ser consciente de que mi dedo corazón se está congelando, me ocurre algunas mañanas del frío que hace, así que me meto el dedo en la boca y chupo para darle calor, siempre lo hago inconscientemente y la gente me mira, pero afortunadamente estoy sola en el coche, observo el retrovisor y me quedo alucinada de mis ojeras, mi mirada aunque sigue siendo “penetrante” calificativo que mucha gente le aplica, ha perdido un poco de brillo y la tristeza empieza a asomar, maldigo la distancia, siento como si alguien se estuviera burlando de mi, cuando buscas una relación o vas a la desesperada por encontrar un clavo que te saque el otro, no encuentras ni un tornillo defectuoso y cuando decides que estás bien sola, la vida te regala una maravilla pero…..

Pienso que no debería quejarme, siempre he tenido suerte, intento ser optimista, así que sigo chupándome el dedo, conduciendo y consigo llegar justo a tiempo, corro y me cuelo por entre las puertas y entro al aula, hay follón, mucho, entro, no hay nadie, enfilo más para adentro, están en la sala de prácticas, toca camas, suspiro, T. me ve, se ríe, de mi, de mis ojeras, de mis pocas ganas de hacer prácticas, me anima, la profesora se marcha al aula contigua y nos deja solas, formamos grupos, me pongo con T. para hacer la cama con A como paciente, me quejo, A, se pone el camisón y se mete en la cama y empieza a dar la brasa, hace de paciente tocapelotas como me suelta T. por qué será que cuanto peor estoy de ánimos, más graciosa resulto, le digo que se calle, que si no le va a lavar el culo su madre, T se dobla de la risa, A. contesta que los lavados son con los muñecos, con los dedos le impero silencio y le doy una palmada en el culo, A. empieza a moverse protestando, quiere saber de que la vamos a operar, T. intenta meter el empapador y la entremetida pero no hay manera, le digo que la vamos a operar de la boca, añado un, te la vamos a coser para que te calles, eso por mi parte suena un poco borde, pero lo suavizo con unas risas acompañadas de las de T. y terminamos de hacer la cama, la volvemos a deshacer y hacer de otra manera, hablamos, me pregunta si me pasa algo, me nota triste, le miento, mi segunda mentira del día, la primera para ella, para que no se preocupara, me encojo de hombros, no sé de que sirve hablar de sentimientos y de cómo estoy si eso no me la va a traer, por que ella hasta dentro de dos semanas no viene.
Noto que la tristeza se apodera de mi, como si finas telarañas de melancolía, de apatía empezaran a fluir por las arterias, llenando poco a poco de forma invisible y velada mi interior, no quiero sentirme así, intento centrarme en los demás y olvidar, volver a mi rutina de antes de que ella apareciera, pero me cuesta, y en eso estoy, el día de hoy ha sido raro, he descubierto que no llevo la distancia tan bien como creía, que la tristeza se te puede meter en el cuerpo como el frío en mi dedo, pero esto es más difícil de deshacer por que la tristeza no puedo metérmela en la boca y no quiero que acampe en mi interior como un okupa.

La quiero lejos y eso haré, aunque me cueste.

He descubierto que soy optimista, hay que ver, se me tiene que reventar la rueda del coche para ser consciente, pensé que podría haber sido peor, el viernes descubriré cuando de camionero tengo al intentar cambiar la rueda del coche, pero me da que llamaré a mi amigo, al recoger el tapacubos descubrí que había una araña, cabrona, como si quisiera tejer más hilos invisibles por fuera, intente ahogarla con el tapacubos y todo en la bañera, soy bruta, pero conseguí ahogarla en champú por que el agua le resbalaba y ahora me da asco coger su cadáver.

Uf, necesitaba desvariar un poco, mañana me espera un día muy jodido pero con la esperanza de que la tristeza haya desaparecido durante la noche, por que he sido un poco borde con una persona que no se lo merecía, cuando lo que realmente se merece es un abrazo pero yo no estoy hoy para nadie.