lunes, 6 de febrero de 2012

esplendor


Me encanta ponerme el final de la película, los diez últimos minutos y llorar, es una especie de catársis que sólo cumplen determinadas escenas, emociones, colores, personas y música...y a veces una tiene un ramalazo de melancolía y le de por ver algo que sabe con seguridad que le ayudará de alguna manera.

Cada vez que veo esta parte, no puedo dejar de llorar. Es maravillosa. Ese amor presente que no se consumó, la incapacidad para cambiar el destino, el hastío de lo que queda, la felicidad no conseguida, el incierto futuro que queda, y sobre todo, esa resignación ante lo que pudo ser y no fue....

Hace años la vi de pequeña y esos interrogantes que me creé al verla, la misma vida, años después se ocupó de que me llegarán las respuestas, es uno de los finales más tristes, no hay nada peor que añorar lo que nunca has tenido, o que el tiempo, la vida, te hagan perder el brillo que desprendía esa otra persona para tí.

Magnifica dirección de Elia Kazan, personajes muy bien interpretados, sobre todo el gran trabajo de Natalie, algunas escenas sobrecogen, pero el final es sublime, con esa poesía de William Wordsworth:

"Aunque mis ojos
ya no puedan ver ese puro destello,
que me deslumbraba.

Aunque ya nada pueda devolver la hora

del esplendor en la yerba,
de la gloria en las flores,
no hay que afligirse.

por qué la belleza
siempre perdura en el recuerdo.



Lo curioso es que la actriz murió ahogada en el mar, quiso salir de su barco, que paradojas de la vida, una porque ella siempre le tenía pánico al algua y eliminaron varias escenas de algunas de sus películas para que no tuviera que meterse en una piscina, lago, mar, etc y dos, el barco se llamaba "splendour", le dio mucha suerte la película y lo plasmo bautizando así al barco., es para mí uno de los misterios, y una muy buena película que siempre me da por pensar.