martes, 10 de septiembre de 2013

martes y 13




Se dice del martes 13 que, “ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Contrariamente a la opinión del resto de la gente, que por cierto a estas alturas de la vida me la trae al pairo, al fresco y por un ojo me entra y por el otro me sale, el 13 es mi número favorito junto con el cinco y es curioso porque el martes y 13 del mes pasado ni me case, pero sí que me he vuelto a empadronar en Alicante para a menos tardar poder solicitar un traslado que ya está mandado, que me sellaron con la misma fecha en la que me he embarcado en una aventura emocionante, ilusionante y de la que me estoy armando de kilos de paciencia.

Y esa aventura consiste en nada más y nada menos que solicitar la adopción de un niñ@ de hasta cuatro años de Colombia con necesidades especiales, vamos, que para que se vea que estoy muy orgullosa de mí, lo he solicitado con hipoacusia como yo.

Y el cinco de Septiembre me fecharon la de Bulgaria con los mismos requisitos, me da lo mismo, raza, edad, sexo, si es que todo me es indiferente mientras sea sord@, que al contario que toda la gente que conozco quiero un niño o niña, que sea un bebé y que sea sano.

Hace una semana que me llego la carta, soy el número 34 de este año 2013 para niños con ese tipo de características y estoy muy ilusionada.

Y para celebrarlo mañana mi pareja y yo nos vamos a Berlín a celebrarlo, que este año siempre he dicho que va a ser el de la buena suerte y grandes proyectos.

Dicen que el martes y 13 es mejor no iniciar nada, y eso quién lo dice, la impaciencia me hizo no esperar con los papeles en la meno y siendo francas tampoco reparé en ese día hasta que lo vi sellado.

Por contra, creo que voy a tener mucha suerte, yo, no como dice la gente, que menudo acto de caridad que voy a acometer, por qué quiero ser madre y me veo capacitada para ello, que si quisiera hacer un acto de caridad ayudaría a cruzar la calle a un yayito.

Chicas, deseadme suerte, yo cruzo los dedos porque todo salga bien.

Sé que será largo, pero estoy aprendiendo a tener paciencia, gracias a mi pareja y todo el apoyo y distracción que me aportan mis amigos, mi trabajo, mis abuelos, mis estudios, libros, viajes, deporte, etc etc etc.