sábado, 31 de enero de 2009

cambios 2ª parte

Hace poco escribí un post sobre mis sentimientos y cambios en cuanto a mi vida tras la operación, me quede corta, son tantas cosas y algunas de lo insignificantes que son no las recuerdas en ese momento, te cambia mucho la vida, te la simplifica, pero sobre todo te la facilita, lo que mas llama la atención al menos para mí que soy la que lo está viviendo es que he descubierto que sí, la música es lo más genial que hay, eso y las voces, los sonidos de la naturaleza, soy consciente de que, por decirlo de algún modo, no era realista en cuanto al grado de sordera que tenía por que al irlo perdiendo progresivamente desde los seis que tenía una sordera leve hasta el año pasado que la tenía profunda, nuestra mente se autoengaña, creo, no sé como explicarlo, una cree que los ruidos que oye son sonidos y no tiene nada que ver, pero me alegro, si, por que si hubiera sabido la verdad de lo que me he estado perdiendo me hubiera vuelto una amargada, por eso creo que la mente es sabia, como si se anticipara, se adapta a las circunstancias, y ahora que estoy progresando me doy perfecta cuenta de lo que realmente he ganado, por que prefiero pensar que lo que me he estado perdiendo todos estos años ha sido para algo bueno.

La logopeda sabe que tengo un blog, no recuerdo como surgió el tema, pero me aconsejo que escribiera sobre esto aunque me diera no exactamente vergüenza, sino más bien no sé explicarlo, a veces siento que tengo la necesidad de escribir sobre esto, como terapia, para compartirlo, para comprobar mis avances, o para intentar plasmar mis progresos para releerlos más adelante y darme realmente cuenta del cambio, en muchas áreas, en el trabajo que me lo facilita, en el coche, que me ayuda, en casa que se nota y en la calle, en todos los aspectos se nota.

Antes mi profesor de autoescuela, que en Gloria esté, o en Ana, o en Paula, que según los últimos rumores se comenta que va mucho de puteo, pues eso que dónde esté, agradecerle su consejo, (aquí una ironía) me aconsejo que cuando me sacara el carne me comprara un coche automático por que como las prácticas las hacia en un Golf, me costaba al ser un coche muy suave, pillar las marchas, daba igual que me dejara llevar por el instinto y las vibraciones, acababa por mirar las revoluciones para saber cuando cambiar de marcha, a veces se me olvidaba y entonces me soltaba la frasecita de que debía comprarme un coche automático, no le hice caso, nunca hago caso a los imbéciles, así que al principio me costo acostumbrarme a dejar de mirar el panel y saber cuando cambiar de marchas hasta con los ojos cerrados, y con la música a tope, no sé si estará en la Gloria mi profesor pero desde luego que a la mierda lo mandaba ya.

Conducir ahora no tiene nada que ver a como conducía antes, sigo siendo cuatro ojos, pero es mucho más cómodo, me di perfecta cuenta la otra vez que se me acabo las pilas mientras conducía y me quede a medias en una canción y tuve que poner los cuatro ojos en la carretera.

En el trabajo también he empezado a notar cambios, sobre todo en la segunda planta, ahí es donde están las bombas, el sitio en el que los sonidos son distintos, está más tranquilo pero se oyen cosas que en las otras dos plantas no, y además al principio no sabía que eran, me ayudaba con los ojos para determinar la proveniencia de ellos, el de las bombas son pitidos agudos, al menos a mi me lo parece, de noche se oyen más y al principio me asustaba por que no sabía de donde venían, así que me acostumbre a pasar habitación por habitación hasta descubrirlos, ahora simplemente me coloco en medio del pasillo y voy dando vueltas hasta que noto que el sonido me llega más nítido a través del implante y entonces sé de donde viene. Es hacer trampas, pero así nos las apañamos los sordos, al menos hasta que haya progresado más, vivo de las trampas y de lo que voy descubriendo.

Hay veces que se me olvida, no me acostumbro, me dejo llevar por mi parte sorda y me sigo dejando llevar por el instinto, ahora sé que viene detrás de mi alguien por los pasos, no sólo por que siento la presencia o por que noto un leve cambio de iluminación, a veces me siento una privilegiada por que puedo alternar los dos mundos, pero me obligo a hacer uso del sentido que ha vuelto, en general una de las cosas es que facilita bastante el trabajo a mi y a mis compañeros, antes recuerdo que al tener que levantar a alguien o hacerle algún cambio siempre debía mirar los labios y a veces yo iba a destiempo y al contar tres había medio segundo de diferencia con lo cual el peso recaía sobre mí o sobre la compañera, no sé son tantas cosas que es imposible enumerarlas todas, lo que más me gusta es que ya no me siento tan “autista” por decirlo de alguna manera.

Me ocurren situaciones graciosas, o a mi me hacen gracia, hace unos días fui a acostar a una paciente que lleva siempre la radio colgando en el cuello, con decir que se lo lleva hasta el aseo, la acosté con su radio y me fui a acostar a su compañera, en eso que empiezo a oír como va subiendo el volumen, le digo que la baje, me dice que si, pero no la baja, se lo repito tres veces, la baja, cuando me vuelvo, la sube, me acerco y le digo oye, baja el volumen que se oye muy fuerte y no dejas descansar a los demás, me dice que si, voy a cerrar la puerta y oigo a través de ella como el volumen aumenta, la vuelvo a abrir, suelto una amenaza de requisamiento del trasto ese como no lo baje, me acerco me mira con recelo y me suelta un…… pero tu no eras sorda!!!!!!!!! Salgo partiéndome el culo, se lo cuento a una compañera que justo iba detrás de mi y me estaba llamando, se alegra al ver que la tercera vez que dice mi nombre me doy la vuelta, se emociona y todo, la verdad es que ayuda mucho, es increíble la verdad.

Imagino qué seguiré con historias como estas por que esto es un aprendizaje continuo y van a ser meses y meses que se me van a hacer efímeros en comparación con los años que llevaba en silencio.

jueves, 29 de enero de 2009

castigo

Siempre he tenido la maldita manía de auto-castigarme, no sé exactamente por que, pero tengo una vocecita pequeña, susurrante, autocrítica y estúpida entre otras cosas con tendencia a la crítica, la flagelación, resumiendo, es lo que en Psicología se llaman trampas, o castigos morales, como me siento mal o culpable por pensamientos que no puedo evitar o me dejo llevar por la impaciencia que me caracteriza lo que hace que luego me sienta mal y para compensarlo hago algo que no me gusta, o me autocastigo y realizo algo desagradable.

Por poner un ejemplo, algunas pacientes del trabajo son muy pesadas, no solo maniáticas, se sienten solas y a veces como necesitan o quieren un poco de atención se hacen las víctimas, que si pasamos de ellas, que si no les hacemos caso, eso cuando directamente no se echan a llorar, y eso es algo que a mi me subleva, tanto el victimismo como el chantaje emocional es algo con lo que no puedo, así que directamente hago oídos sordos nunca mejor dicho, claro que luego me siento mal por pasar de ella, y entonces en vez de pedir perdón, por que realmente no tengo por que pedirlo, me vuelvo más solicita y amable para compensar, o bien, me la cambio con otra compañera y la acuesto yo, claro que luego he de tomarme dos tilas yo, por que acabo de los nervios.

A veces se me antoja algo salado que me encanta, pero como considero que no me lo merezco acabo por cenar algo que no me hace realmente gracia, otras hago cosas que no me corresponden en el trabajo por que me da la impresión de que me siento obligada.

Hace bastantes meses encontré en casa un botellín de perfume de esos de promoción, un perfume que usaba y sigue usando mi ex, mi primera reacción fue tirarla, pero se quedo donde estaba por que tampoco es que molestara, y hace unos meses vino mi ex, en verano tenia una semana de vacaciones y vino a estar con unas amigas comunes y me pidió de vernos para hablar de unos temas relacionados con la casa, yo no quise por que me conozco y sabía cuales eran mis sentimientos y como estaría después, pero insistió tanto que cedí, me cuesta decir que no, quizás también en el fondo lo deseaba aunque supiera que me iba a hacer daño, así que quede con ella, nos vimos, hablamos, y bueno paso lo que no debería haber pasado, y acabé jodida y hecha una mierda, así que en vez de tirar el botellín que me recordaba a ella, me auto-castigué por idiota, y todos los días me ponía dos o tres gotas, de su perfume y todos los días me acordaba de ella y de lo gilipollas que había sido, no hay nada peor que perder la dignidad y suplicarle a alguien algo que sólo se debe sentir no pedir, cuando quedaba poco para que se terminara, apareció ella en mi vida, pero seguí con el castigo, yo soy tan peculiar que he de terminar lo que me proponga, no sé que cara pondría al ponerme las gotas, ni que pensaría ella cuando comente que me quedaba poco, lo malinterpretaría por que llegaron las navidades y con ella vino su visita y con su visita apareció un paquete de regalo, una sorpresa la verdad y más sorpresa fue cuando lo abrí, dentro apareció mi castigo en tamaño grande, supongo que se me noto algo en la cara por que me pregunto repetidas veces si me había gustado, a lo que siempre decía que si, claro que voy a decir, si lo que realmente importaba era que se había molestado en tener un detalle.

Con el tiempo, al tener más confianza con ella, y también por que no quería que pensara que no me había gustado, se lo conté, nos fuimos a comer y hablando le conté la historia, se rió mucho, las casualidades le hacen gracia, después de la comida ella se fue a casa y yo me quede por que tenía que ir a rehabilitación.

Al llegar a casa fui un momento al estudio y pasé por nuestra habitación, ella iba detrás de mi, la note rara pero no le di importancia, al rato no recuerdo que estaba haciendo y apareció con las manos en la espalda y una cara mas tierna, y me miró y me dio otro paquete, lo recuerdo y me emociono, si soy una blanda, el paquete venia con un post-it, si he de ser sincera, creo que me gustó más la nota, de color rosa, en letras azules estaba escrito, que halloween ya había pasado y ahora sólo se respira AMOR, el castigo se acabo

Pero miento, me encanto el contenido del paquete, todos los días me echó unas gotas, huele bien, emana un olor fresco y dulce, como el amor….

Al menos alguien me levanta los castigos, soy propensa a auto-flagelarme cuando no debo, a sentirme culpable por cosas que no debería, al menos eso está cambiando, lo estoy intentando.

Cuál será mi próximo autocastigo? Ponerme a Camilo Sexto? El fary? Ir al zoo y oír a una hiena reírse? Depilarme con las pinzas las piernas? Acostar a la testigo de Jehová y me de el tostón con el deber de conformarse con lo que se nos da, aguantar tres horas de clase con la mononeurona? Ver a mi chica cumplir su lema de almorzar y proteger? Creo que paso, no quiero castigo, se levantan todos, hasta nuevo aviso o nuevo sentimiento de culpa. Quien esté libre de ella, afortunado sea. Bueno depende del castigo, si me lo aplica la autoridad no me negaría.

Creo que si estuviera Freud tendría una teoría para mis motivos, o varias, entre ellas claro destacaría que es envidia del pene, la otra seria que no realizo la suficiente actividad sexual por lo cual mis neuronas no reciben el suficiente riego sanguíneo y la tercera teoría que me parece la más realista diría que es algo relativo a mi infancia y a que mi madre no castigo suficientemente mis explosiones de rebeldía, mis locuras ni mis travesuras, quizás por que consideraba que la ausencia de mi padre junto con mi sordera ya era suficiente castigo.

Mi teoría, que me auto-castigo por que simplemente soy idiota, y me gusta machacarme.





martes, 27 de enero de 2009

pensamientos

Antes tenía un blog, lo borré, pero por primera vez en mi vida, o por segunda o tercera, no ceje a mi primer impulso y antes de borrar el blog lo guarde en una carpeta, no sé por que, por que no suelo aferrarme a recuerdos, no soy de las que se pasan una tarde mirando fotos y recordando, no lo necesito, bueno, resumiendo, el título del blog que tenía hacía alusión a una frisona, de ahí mi obsesión con las vaquitas, hoy me he traído el portátil al trabajo para hacer los planning de horarios y tutorías, más que nada por que me quedo en la segunda planta de guardia cada hora he de ir a ver a un paciente que está canceroso y en las últimas, pero el aburrimiento me puede y tras colocarme el auricular en el implante y ponerme “color esperanza” que cada vez la entiendo mejor, aunque a ratos me invada la tristeza por que me trae el recuerdo de mi chica y su ausencia cada vez duele más, me he puesto a curiosear en las carpetas y encontré el blog que borre.

La enfermera está durmiendo en el sofá a varios metros de mi, me he refugiado en el salón, no me gusta mucho está planta, a veces tengo la impresión de que en el aire flota un leve olor a almendras dulces o cómo calificar el olor de la inminente muerte, no se explicarlo, simplemente no me gusta, hasta los sonidos son distintos, he de levantarme e ir a la habitación a ver como está, vuelvo y sigo.

Otra vez aquí, uf, pobre hombre, me da pena su mujer, viene todos los días, nos pregunta si come, nos regalo décimos de lotería en agradecimiento por cuidarlo, es absurdo, es nuestro trabajo, pero hay gente que necesita agradecértelo, aún falta horas para salir e irme al instituto, hoy tengo que aguantar a la mononeurona, pero eso es otro tema, G. y L. duermen abajo, me caen muy bien, G. me impone un poco y por otro lado la admiro, estuvo muchos años trabajando en el hospital en Oncología infantil, que para mi debe ser durísimo, pocos aguantan, hace un rato la enfermera me llamo para ayudarla a sacarle la orina a una paciente para un análisis y no había manera de poder meterle la sonda vesical así que baje a avisar a G. de que nos echara una mano, al subir y ponernos las dos cada una a un lado de la cama, esperamos a la enfermera pero al ver que no venía me dice G que la ayude y entre las dos lo hacemos en un momento, es la primera vez que lo hago, es fácil, me siento rara por un lado pero por otro sé que valgo, L. sigue durmiendo abajo, me subo un café y aquí estoy otra vez.

Me puse a ojear rapidito el blog anterior, con la idea de ver el mes de Enero de hace tres años, y me sorprendo, es como si leyera a otra persona, me veo cambiada, aunque en lo básico sigo siendo la misma, cuantas cosas han cambiado, soy consciente de eso mientras releo algunas entradas escritas hace años, veo que hay una lista de cosas que me gustaría hacer antes de los 35, y sonrío de mi misma, de mi ingenuidad, de mi esperanza, me quedo con la boca abierta al comprobar que se han cumplido unas cuantas, otras que en el fondo eran un milagro también se están cumpliendo y lo sé por que entiendo más de la mitad de la canción que estoy oyendo mientras escribo esto, y ya casi puedo entender por el móvil, sigo sin tener un trabajo fijo y aún no me he sacado el grado medio de valenciano ni el de lenguaje de signos, ni he tenido un hijo ni me ha caído el gordo encima ni le he encontrado novia a mi mejor amigo ni he plantado un árbol ni escrito un libro, casi siempre que hacemos una lista pedimos lo mismo, bueno es lo que yo creo, pero lo que más me ha llamado la atención es que esa lista la escribí en el mes de Junio, precisamente el 21, justo un año antes de que me dieran la interinidad y dos años casi justos (19) de la operación, y vuelvo a observar que mi vida esta llena de casualidades sobre todo, cosas que me han sucedido a lo largo de los años en ese mes.

Me estoy durmiendo, las noches cada vez me resultan más duras, quizás por que hago varias seguidas y por que al terminar no me voy a dormir sino que sigo haciendo mi rutina, y eso desgasta, no me importa no dormir, estoy acostumbrada, lo que en el fondo me preocupa es que no me gusta conducir después por que bueno, me entra un sopor y el volante se me va a veces hacia la izquierda.

Ais, acabo de leer la entrada en la que hablo de mi primer día como Auxiliar, uf, se me hace raro leerlo, digo que me ha impactado que igual con el tiempo me acostumbro y no me impresiona tanto, en parte es cierto, y digo en parte por que hay cosas que me siguen impresionando, y a otras dudo que me acostumbre, y no sé si quiero hacerlo, por que no estoy segura de querer ser de esas personas que han visto tanto que ya no les importa nada y son demasiado profesionales, no quiero perder mi humanidad.

Hablo de una que me impresiono, encamada, llena de llagas pero con la mirada más limpia que he visto en años, y me miro como si supiera leer a través de mi mente, y sonrío al verme y sí me sorprendió, me dijeron que estaba a las últimas y que había que vigilarla, su respiración y sobre todo que no se arrancara la sonda, pero aguanto, dos años, murió el año pasado, estuve yo, bueno, prefiero no pensar en eso.

Me voy que esta sonando una bomba, si no se despierta la enfermera intentaré colocar yo el suero, o las proteínas, se me hace raro.

Y si volviera a escribir como el otro blog, no creo que pudiera, no se puede volver al pasado, no soy la misma, ni quiero volver ni serlo, es más me gusta más esto y lo que sé que va a venir, de momento a vigilar, en unas horas, salen los números de las plazas a cubrir, que ya era hora, el suspense estaba durando demasiado y la gente está tan preocupada con sus plazas que el ambiente se estaba tornando tenso.

¿Cómo puedo ser tan aburrida? Escribir así me gusta, abrir el Word y que se yo, dejar que mis dedos se muevan sin pensar en ningún tema en concreto, con razón sale lo que sale, pero a veces me gusta, normalmente me sorprendo de lo que sale pero es una buena terapia.

Me voy a tomar una tila, estoy nerviosa, mucho, no sé si estoy haciendo bien, si hago lo correcto, no quiero quedarme aquí, ni en este pueblo ni en esta residencia, toda mi vida no, pero y si……… y si esta vez lo que ha de venir no es tan bueno como lo que dejo, laboralmente hablando?




sábado, 24 de enero de 2009

por tu culpa

La culpa de que me haya aficionado a la leche de soja, pon que es de la pulga, al final pasa lo que pasa, que te acaba por gustar lo que meses y años atrás veías en las estanterías y con cara de tiquismiquis pensabas para tus adentros, ni de coña me bebo yo eso, donde esté la leche de frisona….

La culpa de que mi sonrisa se haya ensanchado hasta alcanzar media cara, los hoyuelos estén más marcados, el sentido del humor se haya afinado y mi mirada tenga más brillo es evidentemente culpa tuya, pero solo un ligero porcentaje, el resto es proporcional al cúmulo de experiencias positivas en cómputo anual.

Tuya es la culpa de que no entre en los vaqueros, ni en el bikini, que por no entrar no entro ni en la cama, tuya es la culpa de que la habitación esté fría, la cama tibia y mi cuerpo caliente.

La culpa de que no pueda dormir y esté aquí escribiendo esto es culpa tuya, se siente, pero es la verdad, culpable de colarte entre mis sueños y despertarme el dolor de tu ausencia, cariño, estas ojeras de oso panda no es de estudiar, es culpa tuya.

La culpa de que vuelva a creer en el amor, de que tenga esperanza, de que crea que las cosas siempre pueden mejorar, es, adivínalo….claro, tuya también.

La culpa de que haya dejado mi vicio “antiestrés” es en parte tuya, da un morbo observar por entre las sábanos tu cara contraerse de placer en el momento en que mis uñitas arañan con suavidad tu espalda.

La culpa de que esté feliz y estemos juntas es tuya, obvio, culpa tuya por mandarme ese mensaje tan corto y por esa primera conversación, ahí me ganaste un poquito y el resto de lo que vino después es enteramente culpa tuya.

La culpa de que me quiera mudar cerca del lugar donde transcurrió mi infancia, dónde cuando era pequeña creía que viviría, al lugar que con el correr de los años no imaginaba, por que quería irme cuanto más lejos mejor y culpa tuya será que me vaya a tan “solo” 188 km de distancia.

Culpa tuya el que mi ropa interior esté siempre o la mayor parte húmeda, así no se puede vivir, culpa tuya que tenga un estómago delicado y con mariposas y gusanitos rondando por ahí.

Por tu culpa he llegado en un par de ocasiones tarde, con lo que a mi me gusta la puntualidad, sobre todo en el trabajo, culpa tuya por no dejarme descansar el tiempo suficiente entre una jornada y otra, por que me haces reír tanto que me cuesta ir a dormir.

Por tu culpa he empezado la rehabilitación con la ayuda del móvil, por que deseo tanto poder hablar contigo por teléfono que insistí a la logopeda en hacer media clase en la consulta y la otra media a través del teléfono, en otra sala, no va mal, la culpa de que lo consiga será mitad tuya.

Por tu culpa ciertas canciones se han convertido en especiales para mi, y probablemente tendrás también la culpa de que con el tiempo las cante contigo, serás culpable de verme bailar y cantar.

Y si te crees todo lo anterior será culpa de tus padres por tener una hija tan faba, por que la verdadera culpable soy yo

miércoles, 21 de enero de 2009

por qué me hice TAE?

Se me hace extraño escribir después de tantos días ausentes, la culpa la tiene alguien como siempre así que está vez se la tendré que echar a la pulguita, la misma que me acaba de mandar un sms para darme las gracias por la despedida, lo cual la delata, en primer lugar de ser una faba y en segundo de que he mejorado en las despedidas.

Sinceramente no voy a hablar de nada, tengo tantas cosas, novedades, temas pero tengo un catarro bastante molesto, tanto como para no ir hoy a clase, lo llevo arrastrando desde la kdd, desde que una horda de bollos me atacaran con los humos de sus cigarros, Jesús, no he conocido hasta ahora a ninguna bollo que fumara como un camionero, hasta que aparecieron ellas.

Así que hoy voy a dar las gracias a una amiga por el correo que me ha mandado, el cual aparte de ser leído con una sonrisa medio cómplice, medio cachondeo y medio seriedad, que también me ha hecho pensar en cuan cierto es algunas cosas que se dice, pero tengo la rara habilidad de reírme hasta de mi trabajo, lo comparto con vosotras, personalizándolo un poco, por que la verdad y pido perdón, pero no me apetece hablar de mi misma.

Se hacen preguntas que son difíciles de responder, preguntas sobre el sentido del mundo, de la vida pero nadie se pregunta por qué……

¿POR QUÉ ESTUDIÉ AUXILIAR DE ENFERMERÍA?

En mi caso sería por qué estoy estudiando y por qué coño aún me han quedado dos? Un gran misterio la verdad.

Soy TAE por la sencilla razón y estúpida sobre todo que me deje llevar por circunstancias de la vida, más bien de la cocina me subieron para arriba con las auxiliares por decision del director y así he terminado estudiando y dedicándome a esto.

- porque después de las prácticas era alérgico/a al látex.
Claro, y por esa razón me hice lesbiana, por que no soporto el látex en ninguna de sus variantes, no quiero que me roce nada que contenga esa sustancia, por eso ni frego los platos con guantes.

- Porque mola desayunar cuando los demás comen, comer cuando cenan y cenar mientras duermen.
Claro que mola, mola un huevo y parte del otro ser la que lo hace todo al revés.

- Porque mola que casi te pillen fumando en las escaleras.
Por eso deje de fumar entre otras cosas, en unas escaleras se pueden hacer más cosas de las que el ilustre Buero Vallejo contó en su obra.

- Porque necesitaba saber cuanto alcohol puedo beber, cuantas paellas malas puedo ingerir y cuanto café puedo soportar.
Uf, muchas paellas malas, café asqueroso, alcohol de bote y demás porquerías puede mi estómago aguantar, pero para eso hay que valer y yo lo valgo.

- Porque nadie sabrá nunca en qué turno trabajas por más que intentes explicar tu cartón de turnos.
Ni yo, me cambio tantos turnos cada vez que viene mi novia, que cada día he de ir a mirar mi fotocopia de los turnos por que no sé ni que día trabajo.

- Porque mola que te manden a urgencias y que estés en la zona de gente joven y si están buenos/as mejor.
Pues claro, y sobre todo mola ir corriendo de un lado a otro, tropezar con la gente, llevarse los pelos a la cabeza y perder el tiempo buscando cosas.

- Porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie más puede.
Ir de vacaciones? Y eso qué es? eso si, yo me pillo unas bajas que las vacas se quedan sin pastar.

- Porque he sacado cosas de agujeros insospechados.
Y he bajado a las minas, a grandes profundidades y me he encontrado enormes tesoros insospechados. Lástima que haya que desinfectarlos después.

- Porque los pacientes me lo agradecerán siempre….
Hasta el día de su muerte, y ojala que alguno me nombre su heredera universal de su extensa y magnifica casa, aunque me da que la realidad será que me regalara su colección de cromos.

- Porque el hospital es un gran hermano, una casa de tu vida, una aventura en África, una granja de famosos…
Y una casa de putas con muy mala uva.

- Porque una vez leí que la palmas a las 72 horas sin dormir….. necesitaba comprobarlo.
Yo aún no he superado las cuarenta horas sin dormir, pero si algún día dejo de frecuentar esta taberna, será que es cierto y las 72 horas son mortales, peor que la Nacional por la que paso todos los días.

- Porque me encanta cenar cuando veo amanecer.
Y sobre todo me gusta no saber ni a que día estoy.

- Porque en ninguna cafetería sino la del hospital te llaman por megafonía.
Si es que no nos dejan en paz ni para tomarnos un cafelito, yo tengo excusa….con no oír.

- Porque es todo un reto abrir un paquete estéril.
Hay que tener mucha más maña que fuerza para eso y descubres hasta donde llega tu paciencia.

- Porque la falta de recursos aumenta mi creatividad.
Efectivamente, yo he encontrado más usos a las bragas que para lo que realmente sirve, por que las puedes usar para atar las barandillas, puertas, recogerte el pelo, limpiar el suelo de flujos, sujetar la bolsa de diuresis a la silla de ruedas, si, cierto, la falta de recursos aumenta la creatividad.

- Porque es emocionante tener objetos punzantes en tus manos.
Digo yo que Catherine Tramell antes de ser la sospechosa de cierto asesinato, estudio TAE, por que tiene una soltura con el picahielos que ya quisieran algunos cirujanos. Eso sí, el cruce de piernas no nos lo enseñan en las prácticas, eso es genética pura.

- Porque cuando entras al turno a las 22h, nadie sabe lo que te deparará la noche.
Por eso yo siempre entro santiguándome y exclamando un….. Safo….que sea una buena noche, que no pase nada para contar a mis nietos, pero la Safo esa debe ser sorda por que siempre pasa algo.

- Porque voy a tener suministro de opiáceos y condones gratis toda mi vida.
Si, y de papel higiénico, de leche, de pomadas, supositorios, tiritas, y demás material de farmacia, más lo que mangas de la cocina.

- Porque todos os acercáis a mí para preguntarme qué es lo que podéis tomar.
Por eso os mando a tomar por culo.

- Porque me gusta promover la sexualidad en los ancianos.
Lástima es que esa promoción de la salud sexual no se traduce en el resto si no que más que salud lo que hace es propiciar las roturas de caderas y pelvis por un movimiento brusco….. sin comentarios, mejor.

- Porque es toda una experiencia trabajar en las prácticas para que paguen a otro.
Por eso me quiero pedir la exención de las prácticas, me encanta el arte pero no trabajar por amor a el.

- Porque mola quedarse con la gente al decir que eres TAE.
La verdad es que si, es interesante descubrir la incultura de la gente, la cara de tontos que se les quedan a algunos, con lo fácil que es decir a la pregunta de… y tú, a qué te dedicas? Yo. a limpiar culos y dar de comer, pero queda más guay decir yo soy TAE, usease tonto ayudante enfermos.

- Porque es genial descubrir que después de hacer un tacto rectal se te ha roto el guante dentro.
Vale, si, me ha pasado, y qué? eh, nadie es perfecto no? pues eso y no, no es agradable, pero para nada eh.

- Porque puedes ir en pijama todo el día.
Eso si que mola, la comodidad es nuestro lema.

- Porque cobras una mierda comparándolo con el sueldo de los enfermeros.
Creo que ese comentario sobra, ellos se merecen el sueldo que tienen que para algo han estudiado más que nosotros y su tarea es más profesional que la nuestra, lo que no quita que nuestro trabajo también sea importante.

- Porque siempre los domingos por la tarde entra en tu planta algún familiar (nieto/a, novio/a, mujer, el marido) que está de muerte.
Si, sobre todo la nieta de la de la habitación de una de las pacientes de la planta baja, aunque la compañera se empeñe en presentarme a su nieto por que insinúa que nos llevaríamos muy bien…..

- Porque dormir más es vivir menos.
Por eso duermo poco, y vivo mucho.

- Porque vaya por donde vaya solo veo virus, bacterias y parásitos (que NO son lo mismo…).
Eso si, no les hago caso, salvo cuando se me intentan pegar a mi.

- Porque he aprendido a mirar a las personas de otra manera.
A mirarle los labios sobre todo, y mirarlos de reojo y con ternura, con cariño, en fin, no me voy a poner ñoña a estas alturas.

- Porque soy masoquista, y me gusta que los familiares de los enfermos me falten al respeto….
Me encanta, adoro que me despierten a las cinco de la mañana por que se le ha caído las gafas, por que tiene frío, por que se ha colado un hombre en su habitación, por que se le ha caído un plátano de la mesita, por que le duele la uña o qué se yo, me encanta que me digan que estoy ahí para servirlos y que me insulten, lo adoro.

- Porque para ti los días buenos y malos han cambiado: un día bueno es cuando no se te ha muerto nadie, nadie se te ha cagado ni tampoco vomitado y han dado de alta a siete y se van ese mismo día. Has podido comer, y decir: pero ¡qué bien lo has hecho! Y además, no has dejado nada pendiente al turno siguiente.
Por eso días buenos casi nunca tengo, por eso la segunda planta es la peor, por eso cuando ocurre algo así la alegría nos dura varios días.

- Porque te encanta ver como, tras los grandes esfuerzos que realizas para que algo esté en su sitio al momento, los mismos pacientes, el enfermero/a, supervisor/a, o hasta tus mismos compañeros lo cambian de sitio o simplemente lo desaparecen.
Por eso, trabajo lo menos posible, que se lo busquen los demás, yo me hago lo mío y me sobra, va, la verdad es que siempre me pasa igual, haces todo lo que puedes y nunca está a gusto de nadie o no te lo valoran o te lo cambian de sitio y encima parece que te hagan un favor.

- Porque da igual cuánto protestes: las carpetas médicas saben ir a la mesa pero no saben volver a la estantería.
Pues habrá que enseñarles, a que vuelvan ordenaditos y de un salto se suban a la estantería, metan la barriga se echen el pelo pa’tras y pal casillero. En fila india y calladitos.

- Porque siempre que dices que has o estás estudiando Auxiliar de Enfermería piensan que es Enfermería. Y cuando lo rectificas se quedan con el ceño fruncido.
Por que no entienden que estudiemos para ser unos pringadillos que hacemos camas con lo interesante que es deshacerlas, que limpiemos y ordenemos, que corramos de un lado a otro, que nos encante poner pomadas y pañales y disfrutemos poniendo enemas….. más cosas que la gente no entiende,


PORQUE NOSOTROS LO VALEMOS AUNQUE LA GENTE NO NOS VALORE.

Pues si, un poco de autoestima hombre, que no somos los criados de las/los enfermeros….

domingo, 11 de enero de 2009

reencuentro

En unas horas, la mayoría transcurrirán en posición horizontal, abrazada a la almohada en el sofá de está habitación dónde la calefacción al máximo la ha convertido en una cueva acogedora, una cueva para hibernar las horas que me quedan para volver a ver a mi chica.

La distancia es nuestra peor enemiga, el Messenger es nuestro amigo, pero a veces nos ha jugado una mala pasada por que es un amigo imprescindible pero con dificultades para coger el tono y la intención, el teléfono es un amigo en potencia, con resultados imprevisibles, al que a veces aludimos pero no terminamos de decidirnos, supongo que por que todo va demasiado bien que no quiero forzar la máquina y darme mi primer coscorrón emocional con esto de la audición, quiero que las cosas vayan pasito a pasito, quiero llegar a la cumbre pero saboreando cada colina y cada recodo.

El móvil de momento es testigo de nuestras travesuras, de nuestra complicidad, buenos momentos, tristezas tras la partida, en este breve tiempo en el que hemos empezado nuestra relación, y eso que al principio era sólo un tanteo por ambas partes, más por una que por otra, en este tiempo escaso pero a la vez intenso, he descubierto que las crisis unen, no todo lo negro es malo ni todo lo blanco reluce.

Tras días de espera, con antelación, viene otra vez, a mi la verdad me sabe mal que siempre sea ella la que venga, la que se desplace, pero es producto de las circunstancias, y posiblemente no puedo decir cuando pero quizá un día le dé la sorpresa y me presente en su trabajo, o en alguno de los sitios a los que suele acudir con sus amigos.

Falta menos horas para el encuentro de los que llevo despierta, ahora mismo y lo escribo con cierta incredulidad llevo 40 horas sin dormir, y estoy cansada, pero es un cansancio baladí en comparación con el agotamiento de estos últimos días con el tema de las interinidades y plazas a cubrir, mis compañeras no se creen que la ceda, una de ellas está bastante preocupada, y yo la entiendo, por que con dos hijas si sale en sorteo su plaza se va al paro, la entiendo, pero no entiendo que me salga siempre con el tema, rezamos las dos egoístamente por que salga mi número, ella ganará y yo también.

Se nota que tengo falta de sueño, por las tonterías que escribo, no me preocupa, decidí que cada vez que escribiera un post lo suficientemente personal e íntimo no iba a contestar los comentarios, no escribo por eso, si escribiera por los demás probablemente escribiría un libro, a veces fantaseo, de que escribe un escritor, sobre todo si es novel, de lo que conoce, evidentemente, al menos al principio, luego ya se arriesga a inventar personajes alejados a él, quizás se aventure en ciudades desconocidas y en tiempos pretéritos, pero la imaginación es el mejor aliado para alguien que necesita sacar vida de unos dedos delgados y ágiles, fantaseo sobre lo que escribiría yo y probablemente lo haría de alguien que ha tenido vivencias parecidas a las mías por que para transmitir sentimientos o intentar plasmar tus sensaciones tienes que haberlas padecido aunque sea en menor grado que el personaje que bautices.

Ves? mi intención era escribir sobre mi chica, que viene dentro de varias horas, cuando ella termine su jornada laboral y la mía pertenezca al pasado, por que ahora tengo días libres y bien merecidas tras doblar turnos para dedicarlos a la rehabilitación y los estudios, para terminar hablando de otras cosas, no si mi cabeza es un batiburrillo.

Mañana no es martes, en el calendario no lo es, pero lo voy a celebrar como si lo fuera, mismo lugar, misma estancia, misma persona, misma situación, mismos o mejores sentimientos y sobre todo mucha más ternura que la anterior despedida, por que esto no es una despedida sino un reencuentro.

Estoy nerviosa, mucho, hacía mucho tiempo que nadie sacaba las mariposas estomacales de paseo, y el paseo es largo, y los besos son cortos y húmedos, prolegómenos de algo mucho más profundo y húmedo, verla es sentir que un rayo de sol asoma por este tiempo tan árido, un invierno tan frío se pasa mejor con el calor de una pulguita.

No es que me cueste hablar de ella, ni de mis sentimientos, es que el cansancio me atonta y la música me relaja demasiado, aunque no tanto como el estar con ella un martes o cualquier otro día, por que a fin de cuentas, todos los días son martes estando ella.

Qué es lo que más me gusta de ella? diría que sus patitas pero estaría mintiendo, lo que me gusta de ella es lo que me hace sentir….que es nada más y nada menos que estar viva.

A practicar para la gran cita, en nada la tengo al lado, le seré infiel a la almohada con sus brazos, infiel al sofá con nuestra cama, quería escribir sobre mis grandes progresos, son bastantes y de distintas característica que no sé ni por donde empezar, y además he descubierto ruidos que me desagradan, que hay voces que te sacan de tus casillas y hay algunas que la voz no casa con la persona, mi vida ahora mismo es de descubrimiento en descubrimiento, en ambos sentidos.

Qué rollo, es igual lo subo, le pongo una foto mona y parriba, que se ría la peña, sobre todo la chuspi que es la leche de tia, hace tiempo que no hablo con ella y no sé ni cómo está, supongo que la azafata sonreirá al leer esto, ciertas personas no le darán importancia, sinceramente yo tampoco, me encanta desvariar, sobre todo en el portátil, y me hace gracia subirlo por que es una forma de retarme, de decir, venga, que no te de vergüenza subir tus paranoias, tonterías, comeduras de cabeza, mariconadas de amor y empalagosidad aderezado de pesadeces auditivas, por que claro los que lo tenéis todo no valoráis el esfuerzo que supone la mayor tontería para el que tiene que buscarse la vida de otra manera.

Me voy definitivamente a la cama que he de prepararme, no quiero que me vea mi chica con estos pelos y esta cara de loca y las ojeras que la verdad sea dicha al bicho de la foto le quedarían mejor que a mi, eso si, yo beso mejor que él, con o sin lengua…..

Edito: por que ostias cuando llevas tanto tiempo sin dormir es como si estuvieras en el punto intermedio de estar pero no estar borrachita, por que el resultado es más o menos lo mismo, poner paridas.




jueves, 8 de enero de 2009

record (continuación)

A mi esos gritos de ayuda, aunque los oiga no me dicen nada, todavía no soy capaz de adivinar la proveniencia del sonido, me cuesta, así que seguí corriendo a mi compañera y al llegar al umbral de una de las habitaciones nos encontramos a la “impaciente”, tres veces que le dije que en ese momento no podía por que primero hay que acostar a los que están mal, que por pura cabezonería intento acercar la silla a la cama y desde ahí intentar impulsarse hasta el borde, pero la falta de reflejos junto a la escasa fuerza hizo que se fuera cabeza abajo, golpeándose la frente contra el suelo y raspándose con los barrotes parte del omoplato, a simple vista vimos que no era nada grave, pero el susto que me dio hizo que le empezará a pegar un rapapolvo, con palabras cariñosas, pero una buena bronca se llevo, la pobre se echó a llorar, no me riñas me decía, y yo pues claro que te riño, menudo susto me has dado, si te decimos que más tarde no es por capricho, se echo a llorar y entre cuatro la aupamos otra vez a la cama pero se tiro toda la tarde gimoteando y jurándome por estas (besando el pulgar en cruz sobre el índice) que no lo volvería a hacer.

Nos fuimos riéndonos de la tozudez de algunos, que siempre son las mismas historias, empezamos por el fondo del pasillo, habitación por habitación hasta llegar a la mitad, donde nos separamos ya que el trabajo era más llevadero y cada una iba con uno, hasta que volví a oír gritos, esta vez me paro y hago como hacéis los que lleváis toda la vida oyendo, aguzo el oído, el operado y sonrío al comprobar que viene de delante, me asomo tres habitaciones después y me encuentro con una escena graciosa, para mi, mi compañera al borde de la exasperación intentando razonar con uno que es sordo, o solo oye lo que le interesa, (como yo a veces), aparte de ser cabezota como ciertos mayores y con tendencia a refunfuñar y protestar, vamos, toda una joya, me acerco, la interrogo con la mirada, está a punto de claudicar y soltar maldiciones, me dice que no se quiere acostar, que no quiere que lo toquen, que menuda mierda de pijama le hemos puesto, le contesto que se queje en lavandería que le hemos puesto lo que había, me río, el cansancio me hace resultar graciosa, a mi compañera le tiembla la voz, le digo que se vaya que me encargo yo de él, a veces me gusta retarme a mi misma, no me llevo muy bien con él, por que ambos tenemos mucho carácter, pero me autocastigo y me obligo a ser amable, súper melosa con él, como si fuera un niño caprichoso le hablo dulcemente, no sirve de nada, me arrea un guantazo, pero como ya nos conocemos me da tiempo a esquivar parte del golpe, suspiro, me aparto de él y al rato hago como si no hubiera sucedido nada, pero le digo con mi voz más autoritaria que puedo…. Otra como está y te llevo a enfermería, tú mismo.

A los cinco minutos ya lo tengo acostado, es increíble, es lo mismo que piensa mi compañera cuando me ve aparecer por la otra habitación, ya queda menos, miro el reloj, una hora, terminamos de recoger la ropa sucia, un par de recados más, pongo cinturones limpios en las sillas, voy a echar una ojeada a la que se cayó, que en cuando me ve entrar redobla los ayes, los gemidos, los te lo juros, y finalmente tras comprobar que no está grave, me bajo al office dónde están todas cenando, no sé si adelantar el trabajo de la noche y copiar las carpetas o cenar con ellas, miro el menú, coliflor hervida y catalana de tomate, mmmm, me decido, caliento en el micro la coliflor y me cojo un poco de tomate y me siento, suspiros, qué bueno está todo, nos reímos, comentamos anécdotas, llegan las del turno de noche, seguimos con las coñas y olvidándome de decirles a las de noche que yo doblo sigo cenando.

Al rato, una de las compañeras de la noche comenta un…. raro, que la de la noche aún no haya venido, hasta que veo que muchas miradas me observan, unas con incredulidad, que vas a doblar? Joder, tas flipa tu, con las noches que llevas, le digo que lo hago por la comida de reyes, vale, me dice y me interroga sobre lo sucedido por la tarde, comento lo de la caída, lo de la otra que sangraba, lo de que uno que tiene un tumor está débil que habrá que echar una ojeada de vez en cuando, vamos que va a ser una noche divertida.

Empezamos la ronda, seguimos con los cambios posturales, para a continuación limpiar el carro de curas, y hacer un par de cosas más, me separo para ir al aseo y al salir veo que una de ellas marcha corriendo y me dice que vaya a la habitación que va a llamar al enfermero, se avecina una gran noche, entro y me encuentro que el paciente con el tumor le ha reventado y ha manchado toda la sábana, impresiona un poco, pero me pongo a hacer lo que he visto hacer antes, ya no me impresiona la sangre, ni demás flujos ni nada que se parezca, quito las sábanos, pongo empapador, intento calmarlo, se lleva las manos por inercia a la herida, se las cojo, le acaricio, le digo que se tranquilice que ya viene el enfermero y no pasa nada, puedo soportar la sangre, ahora si, pero no el sufrimiento.

Nos vamos después de recoger todo, al pasar por otra de las habitaciones escuchamos gemidos de dolor, el enfermero dice que habrá que llamar a una ambulancia por que la que se cayo por la tarde lleva toda la tarde quejándose, que probablemente se haya roto la cadera, así que empezamos con los preparativos, pienso que o no pasa nada o pasa de todo.

Llega el de la ambulancia, la mujer me mira, me pide perdón, por no haberme hecho caso, me siento mal, los demás van a pensar que es culpa mía, quizás debería haberla acostado la primera pero no preveía que me fuera a desobedecer, intento apartar la culpabilidad mientras ayudo en los preparativos y entre todos la pasamos a la camilla, como si me leyera el pensamiento, quizás lo hace, mi cara siempre suele ser expresiva, me coge de la mano y mientras me la aprieta me dice que la perdona, que no lo hará más, que no me preocupe, que no es mi culpa.

Resignadamente bajo, ya me da igual, ya doy por pérdida la noche y sé que salvo que ocurra un milagro no voy a dormir más de dos horas, sobre todo al ver al rato aparecer desde la cocina a una de las compañeras con una botella de sidra, me invitan, bebemos, con dos copas, ya empezamos a recordar anécdotas y a reírnos, por que el tiempo tiene la paradoja de volver lo trágico en cómico, y ahí estamos, yo que me caigo de sueño, y las otras achispadas, me estiro en el sofá, apago el implante, miro la hora, me pongo la alarma del móvil para despertarme dos horas exactas después, y me abrazo al cojín, el libro que por puro optimismo me había metido en el bolso con la esperanza de ser otra vez devorado, espera en el borde, “La catedral del mar” se asoma al borde del reposacabezas y acaba por estamparse en el suelo, me doy la vuelta, cierro los ojos, cuando estoy a punto de sucumbir a la fase REM, me golpean el hombro, mi compañera de vigilia me susurra un..... emergencia, han llamado…. Vamos corriendo a la habitación para diez minutos después salir echando pestes, el abuelo tenia frío, hay que joerse, pues que cierre la ventana no? estoy tan cansada que no tengo ni fuerzas para protestar, miro la hora, apago la alarma, enciendo el implante y me voy a hacerme un café.

Dos horas después salgo por la puerta donde entre 17 horas y media antes, la media hora por que me he entretenido con el último paciente y en hablar de lo ocurrido durante la noche con las del turno de mañana, me hago otro cambio de turno, uno de ellos es un doble turno, no para mi, si no un favor que me hace una a mi para que me pueda ir a una quedada en Madrid con mi chica, nones, Nome, belshi y un par más.

Pero si, probablemente vuelva a doblar turnos, por lo pronto mañana tengo turno de noche, y el sábado de tarde, pero antes del turno de noche, me voy de cañas con uno de los abuelos, para agradecerle el cuadro que me ha pintado, el segundo ya, que le digo que se deje de cuadros y me regale un cd, pero ni caso, o quizás vaya un poco antes para verlos bailar, y si me atrevo marcarme yo un baile con alguien, por que no?

Me voy a rehabilitación dentro de nada, todo marcha bien, mi novia viene antes de lo previsto y el domingo ya está aquí, me apetecía escribir sin ton ni son, tal y como me pasa por la cabeza, me da lo mismo si es un tema agradable o no, es mi trabajo y me gusta y me gusta lo que hago.

Próximo post, será la segunda parte de cambios, va por mi chica y va por nones, gracias.




miércoles, 7 de enero de 2009

record

Nunca antes había doblado turnos, y cuando alguna de mis compañeras lo hacía, una mirada de admiración asomaba por mis ojos, por que pensaba el aguante que hay que tener para estar dos turnos seguidos en el trabajo, siete de tarde y diez de noche, o diez de noche y siete de mañana, da igual, la suma sigue siendo 17, y la verdad pensando en frío son muchas horas, como para aburrirte, por que cansarte pues no tanto como imaginaba por que son turnos tranquilos, el de noche sobre todo, a no ser que te pase de todo, que es lo que me suele pasar a mi.

Nunca se me habría ocurrido hacerlo yo, doblar turnos, claro, pero la necesidad hace cambiar de opiniones al más radical de las personas, además es mejor por que libro más y ahorro gasolina de estar yendo y viniendo.

Así que así empezo todo, me hice mi turno de noche, me fui a Alicante, me acosté en la cama, escasas horas, cuatro exactas, me duche, me puse otro uniforme limpio y a coger el coche, otra vez, kilómetros retorciendo palabras con la voz de Alaska y recordando momentos especiales, llegué al trabajo, volví a saludar, algunos abuelos me dicen que si vivo ahí, por que ya son cuatro noches seguidas más la tarde que me queda y su noche, todo dobladito. 17 horas estiradas al máximo.

Me subo a la planta que me corresponde, una de las compañeras no puede trabajar por que tiene un problema, la otra me dice que como soy sorda me cambie de planta y que suba otra, por que claro ella no puede estar blablabla..... que no me lo tome a mal me espeta con su mejor sonrisa, es que yo..... excusas, total que me bajo abajo, a medio camino como me han tocado la moral me sale la lágrima, de impotencia, de sentirme humillada, me pilla otra compañera que se entera, se sube y hay follón, yo pasando, pero por mi, la próxima vez que me toque con ella me voy a negar aduciendo que yo no trabajo con subnormales, claro, añadiendo sacando mis hoyuelos, pero no te lo tomes a mal eh..... no es nada personal.

Las otras compañeras están mosqueadas y me defienden que si parece mentira, tres años trabajando y ahora que estoy operada y no tengo problemas me sale con esa excusa, que que estúpida y demás lindeces, me canso del tema y me voy a hacer la lencería de las plantas acompañada de otra, nos lo pasamos bien, sobre todo por que es mi primera tarde desde que me dieron de alta y no recuerdo algunos pacientes como van.

Por qué será que cuanto más cansada estás y lo único que quieres es que todo transcurra con tranquilidad, esas tardes aburridas que hace tiempo te parecían tan rutinarias que te morías del asco, cuando quieres eso, cuando deseas que no pase nade es como si tentaras a todas las casualidades para que se alíen contra ti.

Tuvimos una tarde bastante ajetreada, al menos yo no pare, tuve que atar a una al sillón por que se escapaba, una ansiedad por ver al novio, un novio que probablemente acabó por ser su marido y padre de sus hijos pero que aún joven le esperaba y yo era la cabrona que se lo impedía, aguante insultos y gritos hasta que se calmo, seguí con lo mio, esta parte del trabajo es la que menos me gusta, la parte psicológica, la parte humana a veces es superior a mi, la impotencia y frustración es abrumadora y te deja mentalmente kao.

A la hora de la cena ya se había olvidado de todo y me ofrece la mano con mansedumbre y una sonrisa para que la acompañe al comedor, me interroga sobre mi vida personal, me la invento, me encanta, es una forma de ejercitar mi imaginación y como de todas maneras la mujer a las dos horas no se acuerda, así que le digo que soy una refugiada gitana y que el director me permite trabajar y comer allí a cambio de..... asiente hasta que la siento en la silla y la sirvo de cenar, hay follones por todos lados, sinceramente creo que las navidades a los residentes los trastornan, es algo que no falla, cada cambio de estación o fechas señaladas los vuelve melancólicos, o tristes o cabreados o amargadas, infinidad de sentimientos negativos pululan por la residencia, intento que no me afecte.

Miro el reloj, me quedan dos horas para finalizar y diez horas del siguiente turno, ya estoy sudando, la calefacción está a tope, empujo sillas hacia las habitaciones, llevo a algunos de la mano, a mi preferida, siempre riéndose, nunca se queja, no sabe ni dónde está a veces, perdida en su mundo, eso si, un mundo feliz debe ser por que su sonrisa siempre está puesta, su mirada siempre risueña y siempre un.... a dónde vamos?sale de su boca, a lo que contesto con un..... pues a dormir.

Me sigue a carcajada limpia, un residente me mira, la señala y se lleva un dedo a la sien, le contesto, que a este paso yo voy a acabar así, y tú también, todos, todos locos, le suelto, mientras me llevo a B. a su habitación.

Empezamos, como están un poco desorientados algunos y otros agresivos, lo que yo digo, las navidades nos afectan, así que propongo a una compañera de hacer las carpetas juntas y repartirnos el trabajo a lo que accede enseguida, nos vamos a acostar a los más necesitados y por el camino una señora me pide que la acueste, le digo que se espere, al rato me insiste, le repito de forma cariñosa que se espere un poco que.... nada, ni por esas, al rato vemos a una que está sangrando por la nariz, avisamos al enfermero y la dejamos para después, seguimos, oímos un ruido y un golpe muy fuerte, gritos de ayuda....

Y hasta aquí, seguiré mañana, si me apetece, tengo libertad para escribir, tengo libertad para aburrir, y sobre todo, es para recordarme a mi misma que me lo piense dos veces antes de querer doblar turnos por que todo lo escrito no es nada en comparación con lo que vino después, pero valió la pena, por que mi intención era librar el día de reyes para poder ver la cara de mis sobrinas cuando desenvolvieran los regalos, la mayor probablemente el año que viene no lo disfrute igual por que ya habrá descubierto que la magia es eso, que la realidad es otra.

Mi realidad es que he de tomar una decisión, aunque en parte ya está tomada y por otro lado no depende de mi, sino del azar, ese caprichoso y jodido instrumento que decide cosas que nos incumben pero que no podemos meter baza por ejemplo los números de las plazas que se sortean, saldrá la mía? Ojalá.

Edito.... he superado mi record, cuatro noches seguidas y turno doblado de tarde noche.... superaré esto?






viernes, 2 de enero de 2009

martes de despedida

Los martes nunca han sido días especiales para mi, definitivamente estoy enamorada de los jueves, están en un punto intermedio, pero hubo un martes que me hizo cambiar de opinión, a veces lo bueno se hace esperar, a pesar de ser el último día, y de lo jodido de la despedida, que aún estaba en el aire, se acerco a mi lado de la cama y me abrazo con fuerza, lo que nos llevo a más abrazos y de ellos pasamos a los besos, tiernos y dulces en principio para conforme iban aumentando la ternura de los besos se iban espaciando los abrazos y las caricias se convirtieron en dueñas de nuestras pieles.

Hay despedidas imprevisibles, no las esperas, otras de lo largas se hacen cortas, otras se vuelven húmedas, pero algunas despedidas traen sorpresas en el paquete, no envueltas en lacitos de regalo, pero si, en cuanto te descuidas descubres que tu chica para sorprenderte y motivarte se ha puesto una prenda especial con lacitos y todo, que parece ella un buen regalo, para todos los sentidos, mi vista se relame, mis manos quieren tocar la suavidad de la prenda, mi boca intenta suavemente atrapar esos lacitos para ir desprendiéndolos y que mi vista se vuelva a recrear en los trozos de piel que ese picardías tan sexy intenta ocultar, disfruto, mucho, todos mis sentidos lo hacen a la par.

Mi lengua empieza a recorrer su cuerpo, milímetro a milímetro, sin omitir nada, el mejor de los sentidos, uno que está empezando a despertar se recrea con sus grititos de placer y mi vista le sigue para descubrir sus contracciones gestuales de placer, lo que me lleva a hacer uso del último de los sentidos que me quedan, el más infravalorado de todos pero que te puede hacer llegar a lugares mágicos, la beso en el cuello aspirando su aroma, el vainilla imaginario, ese que le asocio a ella, mezclado con su perfume y su olor, ese olor que hace que se me erice la piel.

No es algo típico ni de un martes ni de una despedida, pero nuestros sentidos se dejan llevar sin pensar, por entre mi cabeza asoma la tristeza de un adiós, al que procuro no sin esfuerzo no hacerle caso, me encanta su piel, la observo, está de espaldas a mi, dejándose hacer, inerte, la tengo a mi merced, la mordisqueo, se deja, es barro en mis manos.

Aún me queda más zonas a conquistar, algunas siguen intactas con los correspondientes lacitos, a los cuales me remito de nuevo, mi boca, labios ya saben y se lo pasan pipa, disfrutan quitando y dejando descubrir piel, ante cada descubrimiento la lengua la recorre y sigue, hasta que no queda nada que la cubra, solo mi piel la tapa y la acaricia.


Algunas despedidas son tan largas de los cortas que son, pero se disfrutan con lentitud, con palabras, con gestos, sonidos, complicidad, solas ella y yo.

Y si esto es una despedida, no quiero imaginarme como será el reencuentro. Esperemos que caiga martes, está empezando a caerme bien.

Y ella, cada día me sorprende más y yo me sorprendo de lo que me hace sentir.