viernes, 1 de diciembre de 2017

Soñar,qué bonito








 

Hoy mi hija cumple dos años y cinco meses, lo cual demuestra que algunos sueños, quizá los mejores, si se cumplen, otros por más empeño que le pongas ahí siguen, pululando en el mundo de los sueños esperando a poder materializarse, bueno, hace unos meses casi que casi, que cambio de curro pero al final no pudo ser, se me adelantaron gente que tenía más puntuación que yo en las bolsas de educadores, pero sé que o el año que viene o al otro, pero este sueño también caerá.
Como el de terminar de una puñetera vez el ciclo de Educación Infantil, a falta de cuatro asignaturas yo creo que el año que viene ya debería terminarlo, si con decir que me apunté pensando que mi segundo intento de invitro, se quedaría en eso, en otro intento, así que si empecé con Sabina formándose yo creo que ya debería terminarlo antes de que mi hija empiece infantil.
Y desde hace ocho meses que somos idóneas para adoptar un bebé de nacional, así que  ahí seguimos a la espera de que nos llamen y cumplir otro de los sueños que tenemos, el formar una familia.
Ahora sólo nos queda, eso, paciencia.

sábado, 17 de enero de 2015

en espera....

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Quién dijo que a la tercera va la vencida? será cierto la mayoría de las veces, pero quién no dice que a la segunda suene la flauta, pues después de haberlo intentado por dos veces el tratamiento invitro, ya nos tocaba...
 
No sé si fue la "desespera" en la adopción, o que pese a seguir en la lista para adoptar, me apetecía intentarlo y si no funcionaba pues seguiríamos esperando a que nos llamaran para adoptar.
 
Pero gracias a Safo hubo suerte y un día antes de mi cumpleaños nos llamaron de la clínica para decirnos que si, que el resultado era positivo y que los  valores en sangre eran altos que podría ser que fueran mellizos que ya nos lo confirmarían en la eco que nos harían unas semanas después...
 
La verdad son momentos mágicos y especiales y los vivimos con mucha ilusión y sobre todo por mi parte con mucho miedo...hasta que vimos dos bolsitas en la eco y nos quedamos con cara de no creerlo claro.
 
Esa cara que seguía ensanchándose a sonrisas cuando en la segunda ecografía oímos los latidos de los bebés, sobre todo a mí, que mi novia no paraba de preguntarme si los oía y nuestra amiga que trabaja en la clínica y nos ayudo tanto, sonreía mientras subía el volumen de los latidos.
 
Y luego la desilusión por parte de un médico de la seguridad social en la primera ecografía de las doce semanas cuando nos soltó de malos modos que uno se había muerto y que blablablá yo me quede alelada y con unas ganas terribles de llorar que no pude hacer porque el comportamiento del médico fue tan poco profesional que más que ganas de llorar tuve ganas de decirle que coño le pasaba para tratar así a la gente.
 
Me costó dos semanas asimilar que los mellizos era un sueño, pero gracias a Dios aún nos quedaba un bebé que en ese momento yo ya sabía que era una niña, quizás por ese típico comentario de que en los tratamientos de reproducción asistida los que no suelen sobrevivir son varones y que las nenas son más fuertes.
 
Definitivamente sí, es una nena...cosa que se pudo observar en la eco de las 17 semanas...qué alegría.
 
Ahora estoy de 18 semanas casi y lo que me queda.....la verdad ha sido un final de año 2014 muy especial y eso que el principio fue muy jodido con la pérdida de mi abuela y dos meses después de mi tío, de una amiga de la infancia, del suicidio de una compañera de trabajo y de la muerte del médico de la residencia...así que por lógica lo que mal empieza bien acaba.
 
Estoy de baja desde la semana 7 de embarazo aunque las siete primeras semanas no trabaje porque tuve las vacaciones, asuntos propios y días que me debía la gente, así que me lo he tomado todo con calma y ahora a esperar a mi bebita con ilusión y con la incertidumbre de " y a quién se parecerá"? Cómo será?
 
Menos mal que con el nombre de la nena no hubo problemas porque yo hacía tiempo que lo tenía elegido, la versión femenina de un nombre que abunda mucho en mi familia, salvo que a mi el nombre en masculino no me gusta.
 
La primera que lo supo, lo del nombre elegido fue mi abuela, ya que su marido ha sido el precursor de que su nombre lo lleve mi tío, mi hermano y mi primo, pero él fue el primero y la cara de alegría de mi abuela al saber que nuestra hija iba a llevar el nombre de su marido, fue lo mejor de todo
 
y qué coño que a mi Sabina me gusta, y no, no es por el cantante, faltaría más.....
 
sólo pido y deseo que todo siga yendo bien y para el 24 de Junio (fecha oficial) o incluso antes poder ver la cara de nuestra hija.
 
sé que llegado el momento, todo lo malo y todo lo que nos ha pasado quedará olvidado.
 
feliz año, este es el año de la niña bonita, nunca mejor dicho.

miércoles, 8 de enero de 2014

principio de año y despedida







Hoy es un día de esos difíciles de olvidar, ni aunque viva los mismos que la persona que se acaba de ir, lo olvidaré.

Siempre hay una persona que marca de alguna manera tu vida, para bien o para mal, y en este caso siempre ha sido para bien, recuerdo en algún momento haberle dicho que escribía en un blog, aunque no supiera lo que exactamente fuera, una especie de diario virtual, le contesté, a lo que me respondió, escribe relatos, se te daría bien.

La literatura fue una de nuestras pasiones, le prometí que algún día escribiría sobre ella, pero mira, ha muerto, y lo que menos me apetece es escribir, de ella exactamente.

Por qué para mí ha sido y es (cuesta emplear el pasado, cuando siempre se refiere a alguien en presente) una persona increíble, la que más me ha apoyado, la que más ha creído en mí, la que yo siempre ponía mi esperanza de oír esa voz, la suya en concreto, aunque la artífice que impulso el que yo me operará fuera otra persona importante en mi vida, que tampoco está huelga decir.

Al menos se ha ido y sé cómo es su voz, la he entendido sin leerla los labios, la he cantado, susurrado, cuidado, la pena que me queda es que nunca la he podido hablar por teléfono, ese aparato de mierda que a todos nos facilita la vida, a mí se me resiste auditivamente.

No sé qué decir sobre ella, me queda la tristeza de no poder compartir el embarazo, si es que me quedo, que esa es otra, ni de que me aconsejará en ciertas cosas que aún no he vivido.

Sé que mis planes los sabe, mis sueños también, que luchará por ellos era siempre su consejo, que yo valgo demasiado para estar donde estoy, que me merezco lo que quiera, como si fuera tan fácil pienso, pero por ella lo intentaré.

De las últimas conversaciones le encanto el nombre elegido por nosotras para la niña, se sorprendió porque es el nombre de su marido, su hijo, sobrino y nieto, pero en versión femenina y nadie de la familia lo lleva.

Por ella lo intentaré todo.

Y como decía Concepción Arenal: “EL mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas, es imitarlas.

Así que sólo me queda eso, lo que me quede para intentar ser lo más parecida posible a ella.

A lo único que me aferro ahora mismo es que no sufrió, porque para ella como para mí el sufrimiento es peor que morir.

Me aferro a que estuvo con nosotros hasta el final.

Me aferro a su recuerdo.

Te quiero abuelita, más de lo que pensaba, acabo de descubrir que la palabra adiós, es una de la más difíciles de pronunciar y de sentir.

 

lunes, 23 de diciembre de 2013

feliz Navidad






Nunca he conocido a un niño que no disfrute la Navidad, por todo lo que conlleva, los adultos ya es otra historia, yo siempre he sido muy aficionada a estas fiestas, y a otras la verdad, cualquier circunstancia que reúna a toda mi familia bajo el mismo techo y alrededor de la misma mesa es motivo suficiente para hacerme feliz.

Pero como todo, la vida siempre sigue y a veces se lleva cosas consigo, como puede ser un padre, y entonces las fiestas se convierten en una pesadilla, notas más la ausencia, una ausencia que la rutina te ayudaba a disfrazar de alguna manera, pero llegan esas fechas y todo vuelve a empezar, la tristeza se instala bajo el techo y la indiferencia inunda la mesa, así durante años, pero el mundo es de los vivos y poco a poco, otras personas te devuelven la ilusión.

En mi caso, fue alguien que nunca perdió esa ilusión y que poco a poco me la fue transmitiendo, alguien que fue importante para mí y que ya no está, gracias a ella estas fechas son para estar con las personas que eliges, quieres y con las que te unen ciertos lazos de cualquier tipo.

Este año la Nochebuena la voy a celebrar con mis futuros suegros, mi chica o futura mujer, en el pueblo, con mis cuñados, los amigos sobrinos.

Haciendo un resumen de este año que ya casi termina, que me ha traído más cosas buenas que malas, haciendo planes para un año que espero nos traiga una personita más a esta familia, alguien que mantenga la ilusión por estas fechas.

La Navidad la pasaré con mi familia, y la Nochevieja aún no lo sé, esperaba brindar por el nuevo año con mi chica pero no va a poder ser.

A los que me leen, los que no, los que me piensan, los que me han olvidado, los que me quieren y a los que soy completamente indiferente les deseo una muy Feliz Navidad…. Y al resto también.
Siendo sincera, estoy muy ilusionada con todos los planes que tenemos para el año que viene, quizá si todo va bien, casa nueva, traslado y alguien a quien querer. 



 

 

miércoles, 16 de octubre de 2013

cuéntame


 
En algún lugar leí “cuéntame durante algún tiempo lo que sueñas y te diré que hay dentro de ti”, y mis sueños básicamente eran oír, escuchar, poder disfrutar de la música, probar todo aquello que los oyentes de tan habituados no son conscientes, no valoran, no en la misma medida que alguien que lo ha perdido, aunque sólo fuera por un día, que un día antes de morir por algún milagro de esos que se habla tanto, se me concediera aquello que siempre he soñado y ya no me importaría, al menos, sabría qué es lo que me he perdido.

Solamente se puede perder lo que se ha tenido antes, nunca pensé que me fuera a tocar una historia así, una se conforma con lo que tiene cuando lo que quiere no lo puede conseguir y si me había resignado a no esperar alguna cosa en mi vida, era precisamente eso ¿Sabes?, porque ser la protagonista de lo que sucede en las películas sólo era algo ilusorio, un juego al que jugaba en mi infancia.

Cuando cumplí siete años, no sabía qué significaba la esperanza, pero ya se encargo un galeno, de arrebatármela, tanto a mí, como a mis padres, para ello le basto soltar cuatro palabras, secas, desprovistas de emoción, que yo me encargué de leer labialmente, pero tuve que ver la cara de mi madre para comprender la magnitud de la frase. NUNCA, era una palabra demasiado grande para alguien tan pequeña.

“nunca volverá a oír”, así me etiquetaron y así me quede, supe que los restos auditivos que me quedaban con el tiempo desaparecerían, el único que mantuvo la esperanza fue mi padre y mi abuela, mi padre se llevo la esperanza consigo dos años después, o más bien, un infarto se lo llevó, también se esfumó mi fe, tanto rezar con la esperanza de que alguna virgen que puebla el santoral me concediera la gracia, cosa que nunca ocurrió, hizo que dejará de creer como también olvidé, si el olvido consiste en dejar de pensar.

Las abuelas, esas personas tan sabias, que siempre tienen palabras de ánimo para todo, me decía que “nunca” es la palabra que Dios escucha cuando necesita reír con ganas, y que para que algo ocurra hay que creer ello, y mantuve la ilusión, si a un niño le quitas la ilusión, ¿qué le queda?

Vivir con una discapacidad sea del tipo que sea es diferente, depende de la actitud, del grado y de la edad a la que te enfrentas, nos acostumbramos a todo, hasta a que nos cuelguen.

Hace unos años, la esperanza, que en el fondo siempre estuvo, volvió con más fuerza y dejé de lado los miedos, el miedo a que me dijeran que realmente no tenía solución y finalmente hice todas las pruebas, hasta que otro galeno me dijo otras palabras, las contrarias que hace años, nunca se da tanto como cuando te dan esperanzas.

Y volví a rezar, a la que comparte mi patronímico, le volví a pedir aquello que había olvidado, que a ella no le costaría nada y en cambio a mi me solucionaría la vida, pero la fe y la ciencia son cosas distintas, y los implantes no son un milagro sino el fruto de dos operaciones, dos jueves en años distintos.

Lo bueno de la esperanza es que es más fuerte que el miedo, y la ilusión por volver a percibir sonidos hizo que los días previos las piernas me dejaran de temblar, y me enfrentara a los quirófanos que me producían pánico.

Hay cosas que nunca se olvidan por más que pasen los años, la mayoría de los grandes recuerdos para mí están asociados al silencio, ahora los recuerdos empiezan a tener su sonido particular, el dolor con el tiempo se suaviza y es lo que te permite volver a enfrentarte a lo mismo, sin dolor no aprendemos.

Salí de la operación como si me hubieran dado una paliza, pero si recuerdo que tuve que pensar en mi padre para contar hacia atrás en el momento de la anestesia,  y ese despertar con tu cabeza semejante a un chicle, esa sensación de no saber ni dónde estás, ese levantar la cabeza y que se te curven los labios en una sonrisa, una sonrisa que no eres consciente de haber ordenado. Y ese tocarte las grapas con ilusión mezclada con incredulidad.

Oír y entender son cosas distintas, lo primero es algo innato, lo segundo es un proceso que depende de varios factores, cuando más tiempo llevas sin oír es como empezar de nuevo, han pasado años y aún no entiendo todo lo que me dicen, pero la ilusión es un motor que me mueve a seguir superándome cada día, con la logopeda, con el trabajo, inventándome juegos, quizá algún día, ¿quién sabe?

Confieso que a veces me encanta apagarme los implantes y estar unas horas regodeándome en el silencio, porque cuando me los pongo soy más consciente de lo que he ganado, no quiero que se me olvide, no quiero acostumbrarme, quiero que cada día me sorprendan sonidos nuevos y realizar la asociación.

Si la esperanza mueve montañas, la ilusión nos permite transitar por ellas.
Relato enviado a un concurso, que por supuesto no gané, pero quizás me sirva de práctica para futuros concursos...por que una escribe sobre lo que vive o siente, no? lo mande hará un par de años, pero tengo unos cuantos para revisar e intentarlo, porque el que no lo intenta nunca sabe si sirve o no.

domingo, 6 de octubre de 2013

sueños




Es curioso, cuánto más cosas te pasan y más novedades tienes, menos escribes, o al menos, se podría decir que es mi caso, porque antes escribía más a menudo e incluso sin nada nuevo que añadir pero bien me enrollaba sobre el trabajo.

Del trabajo poco puedo decir, sigo en el mismo sitio, distintos abuelos y con menos personal (futuro), con aún menos días libres y materiales. Pero se hace lo que se puede, lo qué si estoy haciendo es intentar cambiar de trabajo, de residencia más bien, y es un follón porque la ley la hace el que quiere y el tonto a comérsela.

Supongo que la vida es una continua sucesión de planes, sueños por realizar, promesas por cumplir, deseos a alcanzar, esperanzas guardadas, ilusiones rotas, nuevas ilusiones.

Estoy disfrutando, simplemente disfrutando, con o sin nervios, de mis vacaciones, todo el mundo se las pide en verano, yo el verano lo paso trabajando y en la piscina, en el bar de cañas, leyendo libros, cómics, viendo series antiguas e intentando entender mejor los sonidos.

Ahora que el verano ya acaba, yo tengo vacas, y sonrío mentalmente, porque me gusta la sensación de ir a contracorriente, cuando la gente se levanta, yo termino de trabajar, cuando la gente cena y se prepara para acostarse yo empiezo la jornada.

El viaje a Berlín ya pasó, la sensación general que quedó fue…uff, a ver cuándo volvemos, que nos quedaron muchas cosas por ver, algunas que vimos fueron increíbles, otras angustiosas, como el campo de concentración, la casa museo de Ana Frank, pero son de esas cosas que vayas al lugar que vayas quieres ver porque sabes en el fondo de ti que cuando vuelvas te arrepentirás de no haber ido….ya que estoy…y yo sufro mucho del síndrome “yaqueestoy”.

Y ya que estoy, por contar en lo que andamos metidas ahora, después de presentar los papeles de la adopción, fuimos al centro de reproducción asistida, donde trabaja una buena amiga de mi chica, nos hicieron una revisión, nos explicaron todo, y en cuanto termine mis quince días de octubre de vacas, mis quince días de noviembre, haya pasado el examen de las oposiciones, haya hecho la matricula del ciclo superior y vuelto del viaje a Galicia, en pleno diciembre empezamos con los análisis  y pruebas….y en enero me preñan.

Si todo va bien, como cantaba años ha…la bombi, en nueve meses…XX o XY y que safo nos coja confesadas.

Si, confieso, estoy ilusionada, aterrada, emocionada, nerviosa y etc etc etc.
No hay nada, como empezar el año nuevo con ilusiones viejas.

martes, 10 de septiembre de 2013

martes y 13




Se dice del martes 13 que, “ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Contrariamente a la opinión del resto de la gente, que por cierto a estas alturas de la vida me la trae al pairo, al fresco y por un ojo me entra y por el otro me sale, el 13 es mi número favorito junto con el cinco y es curioso porque el martes y 13 del mes pasado ni me case, pero sí que me he vuelto a empadronar en Alicante para a menos tardar poder solicitar un traslado que ya está mandado, que me sellaron con la misma fecha en la que me he embarcado en una aventura emocionante, ilusionante y de la que me estoy armando de kilos de paciencia.

Y esa aventura consiste en nada más y nada menos que solicitar la adopción de un niñ@ de hasta cuatro años de Colombia con necesidades especiales, vamos, que para que se vea que estoy muy orgullosa de mí, lo he solicitado con hipoacusia como yo.

Y el cinco de Septiembre me fecharon la de Bulgaria con los mismos requisitos, me da lo mismo, raza, edad, sexo, si es que todo me es indiferente mientras sea sord@, que al contario que toda la gente que conozco quiero un niño o niña, que sea un bebé y que sea sano.

Hace una semana que me llego la carta, soy el número 34 de este año 2013 para niños con ese tipo de características y estoy muy ilusionada.

Y para celebrarlo mañana mi pareja y yo nos vamos a Berlín a celebrarlo, que este año siempre he dicho que va a ser el de la buena suerte y grandes proyectos.

Dicen que el martes y 13 es mejor no iniciar nada, y eso quién lo dice, la impaciencia me hizo no esperar con los papeles en la meno y siendo francas tampoco reparé en ese día hasta que lo vi sellado.

Por contra, creo que voy a tener mucha suerte, yo, no como dice la gente, que menudo acto de caridad que voy a acometer, por qué quiero ser madre y me veo capacitada para ello, que si quisiera hacer un acto de caridad ayudaría a cruzar la calle a un yayito.

Chicas, deseadme suerte, yo cruzo los dedos porque todo salga bien.

Sé que será largo, pero estoy aprendiendo a tener paciencia, gracias a mi pareja y todo el apoyo y distracción que me aportan mis amigos, mi trabajo, mis abuelos, mis estudios, libros, viajes, deporte, etc etc etc.

miércoles, 10 de abril de 2013

diversidad


A falta de un mes para finalizar las prácticas, y terminando el informe de evaluación del Proyecto (en realidad ni lo he empezado), navegando por esas aguas densas, complejas y aturullantes, rescato una carta que escribió una abuela a su nieto, sinceramente, hay veces que una simple carta te llega más que la mayor tesis del mejor experto en el tema, cualquier cosa por pequeña que sea si tiene sentimiento te enternece como es mi caso.
No gano, sino que quedo segunda

                                                                             CARTA A NICO


Acabo de dejarte en tu colegio. Entro en casa y me envuelve tu ausencia. Intuyo que conoces este sentimiento. Poseída por ese silencio, te escribo esta carta con la esperanza de que algún día la puedas leer.

Esta mañana te presioné mucho para que llegásemos a tiempo y aún escucho el eco de tu resistencia, pero, qué puedo hacer, la vida es así. Apurarse, no olvidar los útiles, tener la tarea hecha, son muchos los compromisos. Y para ti, todo es más difícil que para otros.

En mi vida ya han pasado 61 años y tú tienes sólo 10. Sé que han sido intensos, pero ¡bravo, Nico!, ya has alcanzado importantes victorias. Naciste luchando contra la muerte y ganaste. Hoy estás aquí con nosotros. Aprender te cuesta un poco más que a tus compañeros, pero ya sabes contar hasta diez. No se te dan bien los deportes. Tampoco nadar porque tragas mucha agua. Pero te encantan las pelotas y no le tienes miedo al mar.

A veces te llamo y pareciera que no me escuchases. Te me pierdes cuando salimos juntos y me angustio mucho, pero sé que te encuentro siempre cerca de una alcantarilla. No logro entender por qué te atraen tanto.

Nos tomó muchos días para que aprendieras el color verde, pero al fin pudiste, y ya no lo confundes con el blanco.

Cuando me miras porque quieres un helado y yo no debo dártelo, mi sentimiento de culpa se entrelaza con tu mirada resignada. Te quedas quieto, con expresión de abandono. Pero en cambio disfruto contigo cuando te comes un aguacate ante los ojos aterrorizados de tu hermano, que ni lo prueba. En eso le ganas a todos tus primos.

No te gusta que te abrace, y yo lo necesito tanto. Pero te respeto. Sólo lo hago cuando duermes en mi cama, o cuando lo haces meciéndote en el chinchorro. Entonces aprovecho para acariciarte, apretarte la manito o simplemente pasar un rato  viéndote. Estás en silencio, esta vez no por tu autismo sino porque sueñas.

Tus lejanías están envueltas en misterios que trato de descubrir en el fondo de tus ojos, pero ellos me ven sin mirarme. De repente te volteas, colocas el dorso de tu mano en mi cuello y cuando suavemente me acaricias, recibo de ti la respuesta cálida, tu más grande expresión de cariño.

Los especialistas dicen que los niños como tú no tienen amigos. Eso hace más difícil la vida. Pero haré lo posible para ayudar a poblarla. Te enseñaré a leer. Te llevaré más a la montaña, te dejaré jugar con el chorro de agua, podrás palmear todas las alcantarillas que encuentres y te daré la mano cada vez que quieras meterte al mar y te prometo que si me gano el premio Montblanc, irás conmigo a Buenos Aires… Te va a encantar ese viaje de avión, comer la carne que tanto te gusta y quizás aprender a cantar un tango, pues se te da bien la música. Pero este es otro secreto entre nosotros.
Como eres un niño especial, contigo he aprendido a ser una abuela especial. Y en eso caminamos juntos. A veces tú me enseñas, otras te enseño yo.

Termino esta carta, no puedo dejarme tomar por las saudades de tu ausencia. En ella quiero decirte que te quiero, te entiendo, que cuando no estás comparto tu inmenso vacío y que prometo estar cerca sin hacerte mucho ruido.

Mientras tanto, continuaré inventando cómo ayudarte a vivir.

Te besa, aunque después te limpies tu cachete,

Tu abuela, Lele

 

Las prácticas con los niños autistas me está gustando más de lo que imaginaba, aunque entre el trabajo y las prácticas mi vida social ha caído en desuso, pero todo llega.

Quién sabe, igual en un futuro cambio de vocación y paso de sanidad a educación, aunque las dos están ahora mismo igual de "jodidos".

lunes, 5 de noviembre de 2012

volveré

 
No sé ni cuando ni como, pero como decía el gran Marsé...."Un día volveré", que si os lo queréis tomar como una amenaza, también, la verdad es que el no escribir me lo noto, lo tenía como terapía y hace tiempo que no la ejerzo, y no por ganas,, sino por falta de tiempo.
 
Sólo trabajo los fines de semana, de lunes a jueves estoy en Alicante haciendo las prácticas en un colegio infantil con niños con necesidades educativas especiales, si, aprobé todas las asignaturas del ciclo con el que el año pasado os dí el coñazo a través del blog.

Gracias por vuestra paciencia....otro día más.

(no me habréis olvidado verdad?) Resumiendo, cuando estás ocupada, el tiempo pasa rápido.

martes, 24 de abril de 2012

¡Trágame, tierra!

Para el concurso de Candela: " y tú que coño quieres"

Situaciones en las que deseas que la tierra se abra para esconderte en ella, he tenido muchas, tantas que algunas a bote pronto no las recuerdo, cuando eres despistada, bocazas y encima sorda, lo lógico es que te ocurran situaciones de todo tipo, graciosas, humillantes, vergonzosas.

Una de las situaciones que más vergüenza pasé, o más humillada me sentí,  ocurrió hace varios años, muchos, yo era una cría e iba con mi hermana y unos amigos a Benidorm, al parque acuático.
Pues lo típico, todo el día en bikini, subiéndote a todos lados, tomando el sol, decidimos meternos en una atracción en la que había dos toboganes gigantes, en las que te tirabas y aterrizabas en una gigantesca piscina dividida por una línea de separación entre los dos toboganes para el que el de la izquierda no tropezara con el de la derecha, o viceversa.
Después de estar aguantando una cola, de que me midieran, me dejaran pasar, saludara a mi hermana allá abajo, me tirará con toda la bestialidad que una cría puede acumular y que del impacto aterrizará en el otro lado de la línea de separación, en ese momento con todo el pelo mojado pegado a la cara ni me di cuenta, pero cuando vi que mi hermana me hacía gestos desesperados para que me apartara y el chaval que se estaba tirando desde su lado no chocara conmigo, las cosas se empezaron a liar.
Al ver a mi hermana y sus gestos intenté nadar hacia mi lado pero justo en ese momento el monitor desde allá arriba cogió el megáfono y empezó a gritar como un enérgumeno:
¡¡¡túuuuuuuuuuuuu!! ¡¡¡¡APARTAAAAAAAAAAAAAA!!!!! Para seguir con un tono borde:

¡¡¡¡ESTAS SORDAAAAAAAA O ES QUE ERES TONTAAAAAA!!!!

Mi hermana, con cabreo le soltó a gritos, es sorda, si, qué pasa? O es que tú eres gilipollas?
La vergüenza que pase de ver a mi hermana gritando, al monitor avergonzado y disculpándose y a la gente mirándome algunos divertidos y otros con una especie de compasión que hizo que el resto de la tarde me negara a montarme en ningún otro sitio pese a las insistencias de mi hermana y a la amabilidad de los monitores.
Lo peor fue salir, no quería salir, lo que quería era disolverme con el agua y desaparecer, al menos las lágrimas de rabia ni se me notaron.
En fin, no volví a montarme en más atracciones de esas, durante una buena temporada, hasta que la situación más que humillación me empezó a hacer gracia.