Las apariencias suelen engañar, las primeras impresiones pueden ser erróneas, a veces pero pocas me he equivocado, por que suelo tener un sexto sentido, ya se sabe que cuando te falta uno desarrollas otro, otras el tiempo te demuestra que tus impresiones han sido pobres, que con el transcurrir de los días y una vez que la relación parece que se vaya afianzando te das cuenta que lo que imaginabas no es nada en comparación con lo que te encuentras, y el resultado a veces es mucho mejor de lo esperado.Lo sé por que me está pasando a mí, la primera impresión que me produjo mi chica al verla al lado del coche y acercándose para abrazarme fue que no parecía tan cariñosa como demostraba con sus palabras, pero fue acallado con un abrazo por su parte, uno de esos grandes y cálidos que me dejo sin palabras, bien, pensé, te has equivocado, la verdad es que no es algo habitual en mí, el equivocarme en las primeras impresiones, y cuando lo hago me suelo sorprender por que siempre es mejor de lo esperado, las expectativas en relación a esa persona son mucho mejores que las deseadas.
Y sí, es mucho más apasionada de lo que parece a primera vista, yo pensando que me encontraba con alguien que me recuerda al tipo de gente que no me atrae en principio y son de las que me enamoro, la verdad es que es todo lo que me hubiera gustado en mis otras relaciones pero que no pensé que encontraría, siempre he creído que una cosa es la amistad y otra la pareja y que es difícil tener esa complicidad y comunicación con la pareja que la que puedes tener con tu mejor amigo, y estoy equivocada, es mi chica y también es mi amiga, me resulta curioso, lo pienso y me sorprendo de haberme equivocado tanto para bien claro.
No es lo mismo serlo que parecerlo, puedes parecer dura y fría y resultar ser muy sensible que a la mínima se te van las lágrimas y a la vez apasionada y cariñosa, menos cuando se pone de un pasota total, que por otro lado me gusta, quizás por que me llama mucho la atención los contrastes.
Así que para el tiempo que llevamos, que hoy hace exactamente cuatro meses que me abrazo, cuatro meses que los nervios me hacían hablar cual ametralladora y a ella no abrir la boca casi nada, cuatro meses en los que las risas han sido nuestra amiga, el insomnio en un compañero esporádico, los abrazos y besos en parte de nuestra historia, los guiños y miradas cómplices en otro ingrediente, la distancia en una injusticia de momento tratable, pero sobre todo, el ingrediente que más me gusta es su pasión, esa que le pone a casi todo, menos los libros que por algo es de ciencias.
Así que ya sabes pulguita, lástima que no seas una garrapata, pero aún así, me gustaria que te agarraras fuerte a mí, no tan fuerte como para estamparme pero si lo suficientemente fuerte y apasionado para……


