martes, 22 de septiembre de 2009

pequeñas historias


Algunos libros se convierten en algo importante en tu vida, no por que la novela en si te haya marcado, si no por que gracias a esa novela descubres cosas acerca de los demás, tenemos la mala costumbre de olvidar que el pasado de nuestros pasados también existieron, nos olvidamos de que esa abuela que desde que tienes uso de razón siempre ha estado ahí, como una segunda madre, también ha vivido y obviamos el hecho de que ella también tuvo nuestra edad, también lloró, se enamoró, sufrió, quizás incluso más que nosotros, y es una pena por que las historias de nuestros abuelos forman parte de nuestra herencia cultural y con el tiempo se pierden, luego ya es imposible rescatarlas del olvido más que nada por que el protagonista, el que te lo puede contar ya no está.

Pero claro, a cierta edad, no es algo en lo que pienses, cuando te haces más mayor, la curiosidad por saber se hace grande, y descubres que abuelos no te quedan más que uno y entonces leyendo un libro sobre la guerra civil, las preguntas empiezan a formarse de forma inconsciente en tu mente y las vas soltando a medida que el libro decrece en páginas, y te sorprende que la historia que te cuentan te resulta mucho más interesante que lo que estás leyendo, no siempre pero a veces.

“el corazón helado” ese fue el libro en el que descubrí cosas de mi familia, algunas ya las sabía, otras ni me las habían contado, gracias a ese libro mi abuela es mucho más admirable y especial que antes, si cabe, descubrí que mi abuelo estuvo en la cárcel por enfrentarse a quien no debía por un quítame ese asiento dicho a una pobre mujer, también he descubierto que en una noche de terror pensando que lo iban a fusilar por una trampa que le habían tendido a mi bisabuelo se le quedo el pelo completamente cano, que la regla por falta de comida se te puede cortar durante un año y no por embarazo precisamente, que vieron como una bomba mataba a todos los integrantes de una familia menos uno que se volvió loco del impacto, que como en todo habían buenos en el bando “malo” y malos en el de los “buenos”, que no siempre es posible ser lo que quieres en esta vida por que también están las circunstancias y tuvo que renunciar a su sueño de ser maestra, que una vida da para mucho y hay más libros que me han unido a ella, lo malo es que no le gusta hablar de la guerra, por eso “el corazón helado” aparte de ser un libro de calidad y a la par que impactante ha sido impactante para mi por lo dicho anteriormente.

Luego hay otros libros que por otros motivos descubres cosas sobre ti misma, los que te transportan a lugares remotos sólo con el poder de la imaginación, vidas interesantes, culturas inalcanzables, historias emotivas y reales y te das cuenta de que tu vida es privilegiada puesto que no has pasado hambre, auténtica hambre, ni has visto atrocidades, ni has imaginado que esa persona enclenque es un héroe ni que…..

A la edad en que Ana Frank murió de tifus yo descubrí que no todo es un mundo de fantasía y que ocurren cosas que no deberían y menos a niños y ancianos, libros que te hacen entender a las otras personas, mejor que si te contaran su vida, quizás por eso entiendo la obsesión de mi abuela por no tirar comida, es pecado para ella, y otras cosas, no entendemos el sentido del sacrificio quizás por que no hemos tenido que renunciar a grandes cosas, salvo la colección de cómics por falta de espacio.

Libros, cuanta sabiduría hay en ellos si sabes extraerla con paciencia, hoja a hoja, minuto a minuto, libros, ese olor a antiguo que te puede marcar como un hierro caliente con unos números, otros que te hacen pasar un rato agradable y poco más.

Libros que aún no han acabado y quizás no lo hagan, que viven en la mente de un aficionado a escribir, pseudoescritor como yo, alguien que comparte el amor por las letras, historias, palabras, frases, un libro que también ha acabado por unirme a ella, por la sencilla razón de que ahora no puede leer, los ojos no le dan para más y es superior el mareo que sufre que el disfrute de la lectura, pero yo, le he contado que tengo en mente escribir sobre…. Y se lo he contado y ha sonreído, se ha interesado y a preguntas suyas le he hecho el esbozo de media historia y personajes….. escríbelo me insta… es fácil decirlo le contesto….. sonríe y me confiesa que ella de joven lo intento pero que luego llego otras ocupaciones y tuve que abandonar como abandono otras cosas….

Si hurgas y escarbas un poco en cualquier libro, aprenderás algo, si no del libro de cualquiera que lo haya leído o quizás sepa de que va la historia y te haga una confidencia y descubras que….. la realidad a veces supera a la ficción.

6 comentarios:

  1. Lo tengo a medias. Mi mayor problema para leerlo es que tiene la letra muy pequeñita y se me cansa la vista, al menos la versión que tengo en mis manos.

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  2. Pequeñas historias...enormes vivencias. Mi abuela era lectora compulsiva,y se leía todo lo que caía en sus manos. Desgraciadamente fue una mujer muy distante por circunstancias de su existencia, y que la llevaron a "vivir para dentro". De ella al menos me quedó eso, el gusto desmedido por la lectura.

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  3. Siempre he sido una gran lectora...los libros aportan conocimiento y sabiduría...me ha encantado tu post, estoy de acuerdo contigo en casi todo, porque creo que sí hay libros que nos marcan, al menos a mí, y conozco a más gente que le ha pasado lo mismo. un beso

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  4. dintel la versión que yo lei es un tocho a tamaño perfectamente legible, me encanto, pero se repite un poco, me quedo con "cielos de barro"
    besos
    bit, al menos tu abuela te dejo en herencia el gusto por las letras, la lectura.... y eso ya es un regalo
    un besazo
    gracias ripley me alegro te gustara el post, todo marca en la vida hasta un libro, igual no me exprese bien
    besos

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  5. Bonita entrada.
    A mi algunos libros me cuesta leerlos e incluso he tenido que quedarme con las ganas por el minísculo tamaño del texto, sin embargo hay tantas historias, crónicas... que siempre podemos estar leyendo uno. La pega es que yo tiro no sé porqué por hechos trágicos, o no tanto por la novela. Ahora mismo he terminado de Lydia Cacho: Historia de una Infamia siguiendo Los demonios del Edén, increíble!.

    Lupiya, escribe que tú sabes, no te eches atrás por nada que no tienes excusa.
    Un besote!

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