sábado, 27 de septiembre de 2008

más sobre cicatrices

Seguimos con las cicatrices, mola, me hace recordar, es como una especie de ejercicio visual mientras recorro anatómicamente mi cuerpo, morbo no hay, al menos a mi no me lo da, me resulta gracioso, así practico para cuando estudie anatomía, bien, si bajamos por la cicatriz que me dejo el trompazo de la pared, y seguimos un poco más abajo, hacía la derecha en la porción orbitaria, en el hueso cigomático, de forma vulgar para que me entendáis, en la parte del pómulo, cerca del hueso que rodea todo el ojo, una marca pequeña en la parte baja del pómulo justo encima de mi hoyuelo de la mejilla, hay que fijarse para verla, también tiene su historia.

Todos los niños del pueblo, digamos un pueblo pequeño perdido de Valencia, entre Gandia y Oliva, donde viví hasta los nueve años y dónde está enterrado mi padre, éramos un buen grupo, nos reuníamos casi todas las tardes en la plaza del pueblo para tomar nuestros bocatas merienda-cena y de paso jugar, a lo que fuera, que por falta de imaginación no sufríamos.

Esa vez había mayoría masculina en el grupo, las bajas femeninas se debían a que estaban castigadas, ve a saber porque, mi memoria no da para tanto, Eva, la prima de mi amor platónico y Rosa si estaban, creo que también andaba Ana por ahí, pero no recuerdo, los amigos decidieron al ver los restos de las obras dejadas en medio de la plaza, había un montón de cascotes y ladrillos de una construcción que se estaba haciendo, de jugar a la segunda guerra mundial, será la tercera dijo alguien del grupo de forma arrogante, lo sé, continuo con la misma arrogancia, porque ayer hicieron una película de guerra y hablaban de la segunda, bueno dijo otro, que más da, si es la segunda o tercera, no vamos a tener nosotros una decidiendo cuantas guerras ha habido así que vamos a jugar y ya está, discusiones tontas de ese estilo y finalmente otro de los niños dijo que ellos se dedicaban a salvar el mundo y nosotras las niñas teníamos que curar a los heridos y darles de comer….. y una mierda, salté yo, o soldadas como vosotros o nos vamos a jugar a otro lado, pero tu te crees, le solté a Eva, estos tontos, que se creen? Si, eso, tiene razón Guada, o jugamos todos o nos vamos, Eva me dio la razón, y poniéndonos en jarras los convencimos, siejke, feministas ya de pequeñas, en aquella época ya era rebelde y líder, lo primero lo sigo siendo, lo segundo lo perdí con las inseguridades que me entraron.

Bueno vale, refunfuñaron los amigos, al ver que sin nosotras eran pocos para jugar ellos, vale, cedió otro, tenéis razón, venga, vamos a tomar aquella colina y vosotras intentáis pasar por debajo de la alambrada y cuando lleguéis al otro lado…….

Así estuvimos las siguientes horas, planificando estrategias y armando ruido, tirando piedras, formando grupos y escondiéndonos en los montículos que habían por ahí diseminados, no sé en que momento, alguien olvido que estábamos tirando piedras, nos entusiasmamos y las piedras se convirtieron con el poder de la imaginación en bombas, ellos nos lanzaban piedras y nosotras intentábamos esquivarlas, salí de mi escondite no recuerdo porque y me dirigí corriendo hacía el montículo de los chicos en el momento en que uno de ellos lanzaba un trozo de ladrillo con el grito de bomba vaaaaaa!!!!!!!! En ese momento oí un grito seguido de otros más, después supe que me estaban intentando avisar de que me apartara, pero ya entonces era sorda y no advertí el peligro, malinterpreté los gritos y me dí la vuelta, el impacto me dio en toda la mejilla y uno de los trozos se clavó en la porción orbital donde esta el hueso malar de la parte derecha de la cara, me lleve la mano derecha a la zona donde el impacto había sido mayor, mientras aullaba de dolor y lloraba, lloré más al ver que un reguero de sangre manaba y como una serpiente loca se deslizaba por entre mi brazo, detenerse en la muñeca y la mano, para gota a gota acabar en el suelo donde se fue formando un charquito.

Los gritos de los niños resonaban en toda la plaza, se sonaban acusaciones, se echaban culpas, rostros infantiles asustados, y el que había lanzado la piedra gemía del susto, llegó una de las madres y asustada empezó a gritar, alguien me agarro, me levanto en volandas y me llevo corriendo al médico del pueblo, la herida parecía peor de lo que realmente fue, no hizo falta que me cosieran nada, un simple apósito, un vendaje y una regañina acompañada de un helado para parar la hemorragia, pero pasaba más tiempo en mi lengua que en mi ojo y para casa, me cayó un sermón impresionante y una buena zurra más consecuencia del susto que les había dado que por que me la mereciera.

Es la marca que más me gusta de todas, por la sencilla razón de que me tiré con el cuento como dos semanas en los que para dar fama al cotilleo de los pueblos, se enteraron hasta los gatos del cementerio de lo que me había pasado, y una que es lista aprovecho la situación y sacando los hoyuelos a relucir lo más que podía, y poniendo cara de pena, comí caramelos gratis durante dos semanas hasta reventar. Eso sí, los compartía con mis amigos.

20 comentarios:

  1. recorriste la infancia mirando icatrices.. a´mí me resulta muy muy sexys las cicatrices en la cara, llámame rara, pero es la pura verdad..nu sé..cosas de marisa

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  2. "Es la marca que más me gusta de todas, por la sencilla razón de que me tiré con el cuento como dos semanas"
    Vaya poca vergüenza, y se queda la tia tan pancha....
    jajajaj
    Saludos

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  3. A veces los niños en los juegos no son conscientes de los peligros y pasa lo que pasa.. menos mal que no te pasó nada grave y qeu estás bien.

    Seguro que luego la lucías como diciendo ¡qué dura que soy! jaja

    besos

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  4. gracias por tu visita! espero verte mas seguido.
    saluditos!

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  5. Al menos compartías caramelos.

    Gracias por las felicitaciones.


    Bsus de Amp

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  6. ...es que sin caramelos y sin helados...¿como se curarían las heridas de guerra?...¡sería imposible!...¡hiciste lo correcto!...un abrazo grande...

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  7. Si empiezo yo con mis cicatrices no acabamos nunca. Eso sí, de la mayoría ni recuerdo la historia... ;)

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  8. si no puedo fumar y no has hecho el pedido del cava. si no tengo cicatrices que contar. qué hace una chica como yo en un sitio como este?, será que he venido a ver si la tabernera al menos se cambia el delantal. me espero al jueves, y por que no se diga me pido un agua y a ver si por lo menos tienes magdalenas.
    Tánto talento para escribir...... que ése te sobra.
    la que puedes echar a la calle si quieres, ya volveré a entrar disfrazada de croissant si hace falta.

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  9. mira que eres rara marisa, te dan morbo las cicatrices en la cara??? ay madre, menos mal q a mi no se me notan ajajajaaja, un beso
    sonrisita, pues si, la vergüenza debería ser un sentimiento a abolir, salvo la ajena, gracias por tu comentario, un besazo
    esther, no la lucia porque no se notaba mucho, eso si, exageraba bastante jajaja
    gracias por tu visita tb a la taberna cat's nos vemos, besote

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  10. amp, lo bueno de la amistad es que hay de caramelos para compartir, y helados y heridas y de todo, gracias por tu visita un besazo
    mimundo, recojo tu abrazo y te mando otro más grande si cabe, besos
    dintel, pues ya tienes material para tu blog, o para escribir un libro, jolin con lo bien que escribes ya podrias ya, besos
    easo, una madalenita como tu de tierna, que qué hace en un sitio como este? tentar a la leche y a la tabernera que está a régimen, siejke jajaja, nada mujer, tu aqui a disfrutar y cuando no mire aprovecha y fuma, que aqui no se chiva nadie, un besazo

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  11. ¡¡Lo que hace la fama!! Mira que de una cicatriz acabar comiendo caramelos... que suerte chica

    habrá más cicatrices??

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  12. jajaja, pues claro que hay más cicatrices lust, si voy por la cara, me falta el resto no?
    pero creo que lo próximo de lo que voy a hablar va a ser de la rehabilitación, que la logopeda está flipando y yo más
    besos

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  13. Me encantan tus cicatrices, pero me muero d ganas d q cuentes como te va con lo del oido!!.
    un besote

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  14. jajajaa, sara, venga, por ser tu, mañana subiré crónica de una vaca en rehabilitación para aprender a mugir como Dios manda, que ya es hora, pero nada de reiros, que con decir q condundo un lloro con un bostezo, pero eso si, los pedos son inconfundibles, ya lo entenderéis,
    un beso y paciencia, en un rato sesión tercera.

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  15. jaja!
    Me mondo con tu forma de contar las cosas!
    Y eso que vamos por la cara....pero jamía, tú entonces estás hecha a remiendos!!
    jajaja!!!!

    BESOS PARROCHA! Tamos en contac!;P

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  16. Que los pedos son inconfundibles no me cabe la menor duda... pq hasta sin oirlos se hacen notar;-)

    besos

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  17. Jajaja, con el comentario de Sarita!
    Vamos a tener ahora una crónica de pedos???? Parrocha, tú serías capaz y todo, jaja!!
    Esto es lo máaaas!!!

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  18. jajaja, chuspiña, crónica pederil no hay, sino crónica de sesiones, y si, capaz soy jajaja
    besote

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  19. Hay mi niña si es que es la generosidad andando ella!!!! ves los hombres te hicieron mal desde pequeña, jajajajaja!!!!!
    Siejque eras terrible tu también ehh en lugar de jugar a las muñecas y a tomar el te la tia jugaba a la guerra...guerrera de pequeña uhhh que miedo da, jajajajajajajaa!!!!!!!!!!
    Bueno sigo leyendo, a ver si sgues con tus cicatrices que me encanta, esa descripcion tan detallada del cuerpo humano que haces y bueno el que sabe sabe y el que no lee, jejeje!!!!!!!!!
    Maukatones reina!!!!!

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  20. jajajaja gise, lo malo es que luego cuando m hice mayor cambie el eslogan, eso de haz el amor y no la guerra me llego al cuerpo eh jajajaja
    sigo con la crónica, voy a subir post
    un beso

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