
lugar de encuentro con buena música, gente interesante, bebidas a tope, no se garantiza la salida por el propio pie, pero si el pasar un buen rato.
jueves, 30 de octubre de 2008
disculpas

lunes, 27 de octubre de 2008
yo soy.......... otra

Aliento que derramas en mi rostro, intentando
Tocar y coger el aire que suspira por esos labios que
Apasionados susurran mi nombre, entretanto las
Miradas que me regalas a escondidas mientras acuden
Esperanzas no imaginadas ni desveladas
Suspiros acompañados de infinidad de caricias y risas al
Unisono, buscando bajo las sábanas el
Placer prometido y encontrando en el camino al
Laberinto de tu cuerpo que mi lengua recorre de forma
Inesperada y hambrienta, envilecida,
Candente, deseosa, anhelando ser embriagada hasta el infinito.
Abrazarte a traición poco antes de que tu sonrisa pícara ilumine
Rescollos ocultos que todavía en mi permanecen
Esperando ser destruidos con tu bellísima imagen.....
Modo Chuspi (off) uf, en menudo berenjenal me he metido, si lo llego a saber, me callo la boca, o (on) Joderrrrrrrrrr!!!!! (off)escribo otra cosa, que anda que no hay temas, si hasta podría presentar a mi chica, pero una es un poco cortada para ciertas cosas así que lo dejamos para más adelante, o podría hablar de lo ocurrido en aquel bar al que me meti hace escasos días y la sensación que tuve y me encontré con gente que nunca pensé que iba a volver a ver, o podría hablar de que se yo...... pero no..... tuve que retarla y cagarla, nunca mejor dicho, que yo para estas cosas no, me sale la ñoñería muy en contadas ocasiones y en la intimidad y al amparo de ojos indiscretos, así que...... (on) Mecaguentó ostias!!
Me dan ganas de esconder mi linda cabecita y no asomarla en días, pero tengo tanto que contar que..... por un ojo me entra y por el otro me sale, y la excusa que tengo para tamaña cagada que diría la chuspi es que estoy demasiado feliz para ser otra.
menos mal que la vergüenza me durará poco, por que estaré tan ocupada en borrar los comentarios de la gente que en nada publico otra tontería y aprovecharé el complejo de Dori que impregna la mayoría de vuestras cabecitas cibernéticas y aqui no ha pasado nada.
Atame... suplicaré.....
cuando te tenga otra vez a mi lado
domingo, 26 de octubre de 2008
suplantación???

lunes, 20 de octubre de 2008
idiota

jueves, 16 de octubre de 2008
terapia (3ª parte)

Empecé a caminar más rápido como si quisiera llegar hasta Gloria, Jorge me cogió del brazo y me paró en seco, hizo un gesto hacía el bolso y me preguntó si lo iba a llamar, que le gustaría mucho quedar conmigo para tomar un café y hablar, que debíamos ponernos de acuerdo para ir juntos a la terapia, sería una buena idea ya que podríamos hablar, que yo le había parecido muy interesante y quería conocerme más, lo pasaríamos bien, no?
No supe que contestarle, dile la verdad, sonó una voz cual Pepito Grillo, y deseché la idea, no me pareció oportuno, pero recordé la confianza de él hacía mi al contarme lo de Gloria, que le contesté muy a mi pesar.
-Mira Jorge – respiré hondo, y continué, no creo que pueda ir contigo a la terapia, no es por ti, es que no creo que vaya, por varias razones, la principal es que no tengo dinero y me niego a que mi madre me pague también esto, que bastante tiene con ayudarme con la rehabilitación, y bueno, me puse colorada en ese momento, pero seguí hablando aunque me temblaba un poco la voz, probablemente no te lo vas a creer pero te lo diré igual, soy bisexual, y sí, me siento atraída por ti, me pareces un tío atractivo e interesante, pero…. también me gusta Gloria, y cuando nos hemos rozado ha saltado chispas, si vale – continué de forma atropellada, ya sé que fueron los zapatos de suelo de goma, si, lo sé, pero también sé que la persona a la que más he amado sin o con gomas nos daban a veces pequeñas corrientes, mira, probablemente todo esto no esté pasando, estoy soñando, y ahora mismo me va a vibrar el móvil, y me levantaré cabreada por que últimamente mis sueños son cada vez más reales y ya no diferencio lo que me ocurre en un estado u otro.
Jorge me miró, sonrió, suspiró y dijo con resignación mezclada de cierto optimismo
– ves? me pareces interesante, nunca había conocido a una chica como tú, que dice las cosas tal y como las piensa, ni tampoco jamás me había fijado en una bisexual, es más, si vale, me dan morbo, pero no es eso, y además, eso de competir con una tía por otra, ya es suficiente aliciente como para los próximos meses.
Nos reímos, nuestras carcajadas llegaron lo suficientemente lejos, lo suficiente para que penetraran en los oídos de una delgada pelirroja situada metros más adelante, ésta al oírnos se quedo parada, Jorge echo a correr no sin antes cogerme de la mano y en un momento estábamos los tres a la misma altura. Jorge miro a Gloria y a mi alternativamente y acto seguido nos presento, más bien me la presento a mi.
Mira, Gloria – te presento a Guada, mientras decía esto Jorge me empujaba para que me acercara a darle los besos de rigor.
Encantada – le solté con timidez, y ella se acercó y me estampó dos besos, nuestras narices se acariciaron por accidente ante semejante acercamiento, me sorprendí de la suavidad de su piel y el perfume que desprendía su cuello me mareó un poco.
Bueno, soltó Jorge con jovialidad, ahora que nos hemos presentado todos, lo lógico sería que nos fuéramos a tomarnos unas cañas y así no sé comentamos esto, a vosotras que os ha parecido, por que yo he notado a Bienvenido un poco no sé, Jorge se quedó de repente parado esperando que alguien dijera algo, al ver que ninguna de las dos abría la boca, termino con un, bueno, yo lo he notado tristón.
-Ya claro, pues nada, sonreí y contesté, bueno pues que se siente delante del espejo y se haga autoterapia, y sanseacabó.
-Claro, tu que vas a saber – contestó Gloria, es la primera vez que vienes, nosotros ya llevamos un par de meses viniendo, y la verdad que nos ha venido muy bien, no? esto último lo dijo mirando a Jorge, el cual por alusión asintió y empezó a caminar hacía un pub que estaba enfrente.
Gloria y yo nos miramos y sin decir nada, fuimos detrás de Jorge, nos sentamos los tres en uno de los laterales, justo debajo de uno de los altavoces y nos dispusimos a saborear una guinnes, una murphys y una caña, tres gustos distintos para tres personas distintas.
Nos miramos, en ese momento, con ellos, mis problemas carecían de importancia, estaba a gusto y hacía tiempo que no disfrutaba tanto, me acomodé un poco más y sin darme cuenta, mientras Jorge hablaba, mis dedos inconscientemente se acercaron a mi pelo, entre el pulgar y el índice consiguiendo atrapar un mechón bastante grande y empezó a rizar y rizar, mesándolos, jugando con ellos, era un vicio, una vez empezaba me costaba parar, le escuchaba con atención y disimuladamente echaba un par de vistazos en dirección a Gloria, la cual también estaba cómoda y disfrutaba también de nuestra compañía o eso parecía hasta que me vio y se quedo con la boca abierta, como si hubiera visto un fantasma, al sentirme observada dejé soltar el mechón y me erguí más en la silla, Jorge hizo una mueca y Gloria se levanto y se excusó diciendo que iba al baño.
-¿Qué paso? – le pregunté, con un poco de recelo, pensé que eran imaginaciones mías.
Por toda respuesta, me señalo un cuadro que estaba colgado de la pared justo detrás de mí, era el típico collage gigantesco lleno de fotos de personas, esas fotos que hacen los dueños con los famosos, con la salvedad de que eran gente anónima, clientes, amigos, gente que eran habituales del pub, y ahí estaba Gloria, acompañada de una chica morena, bastante parecida a mi, no sólo eso, la postura también era parecida y lo sorprendente era que la foto se las habían hecho sentadas en la misma mesa que estábamos nosotros y la acompañante de Gloria en la foto tenía un mechón de pelo y hacía en la foto lo que yo unos momentos antes.
-Joder, y esta chica quién es? así de lejos, y tal hasta nos parecemos, que casualidad, no? – solté y me detuve al ver a Gloria que se acercaba a nuestra mesa.
-Esa chica era su novia, murió hace un año, estuvo enferma de un cáncer y Gloria estuvo a su lado, aún no lo ha superado, por eso está en la terapia – contestó Jorge atropelladamente antes de que ella se sentara a nuestro lado.
-Bueno chicos, yo me he de ir, que mañana madrugo, tengo que ir al Insitito y luego tengo otras cosas que hacer, mientras decía esto, me levante e hice ademán de coger el bolso para sacar el monedero, pero Gloria, se adelanto y dijo que no hacía falta que invitaba ella y que ya le devolvería la invitación en otro momento.
Me fui, de camino a casa, pasee, y pensé, nos quejamos de nuestros problemas y a veces los magnificamos, con el tiempo resultan que a lo mejor no era para tanto, si no nuestra actitud con respecto a ellos, me sorprendí deseando volver a la terapia, no creía en esas cosas, siempre he creído que de los problemas se sale, si uno quiere, sólo nos tenemos a nosotros mismos, nos pueden echar una mano, pero el resto depende de nosotros, somos nosotros en última instancia los únicos capaces de salir de una situación, el mejor psicólogo está en nuestro interior y hay que saber escucharle, hablarle, entenderle, y quererle, si algo falla, volver a empezar hasta que salimos a flote, eso es lo difícil, y no siempre es factible, por que es más sencillo echarle la culpa a otros, a la vida, a las circunstancias, en vez de ver la realidad por fea que sea a la cara, escupirle si es preciso, increparle, abroncarle, lo que sea, y lo más importante reconocer que parte es culpa nuestra, que nosotros somos los que nos hacemos acreedores de nuestros errores.
Menuda paja mental, pensé, a saber lo que le han echado a la Murphy’s, y me reí, seguí caminando, llegué a mi casa, abrí y me dirigí hacia el ascensor, pero cambié de opinión y decidí subir los seis pisos andando.
Llegué jadeando y abrí la puerta, los ladridos me taladraron los oídos, y la cabeza parecía que me bombeara, menudo día pensé, mientras me arrastraba hasta el sofá, seguido por una pulga con rabo que me lamia las piernas a cada rato.
-cariño, gemí mientras me tiraba en el sofá, dame unos minutos y en nada nos damos una vuelta, vale? – susurré en dirección a una cabezota de pelo que gimoteaba dando saltitos.
Quince minutos después estaba otra vez en la calle, esta vez acompañada y bastante espabilada, a lo lejos había un descampado al que me dirigí para que “Otelo”, el perro que me había regalado mi ex, correteara un poco. El nombre le iba al pelo, se lo puse cuando era un cachorro al ver que ladraba cada vez que mi ex intentaba besarme, le sacaba los dientes ante cualquier atisbo de intimidad de él hacía mi, y en una de esas exhibiciones de celos del cachorro, solté un “Otelo” tenías que ser, y a mi ex le hizo gracia la ocurrencia que propuso bautizarlo así.
Otelo me miraba embelesado, hacía días que no tenía tiempo y el pobre animal no había salido mucho, correteaba de aquí allá enfrascado en cada matorral, árbol, farola, coche, y dejaba su huella con cara de satisfacción, hasta que a un silbido mío hora y media después nos volvimos otra vez, cansados a casa.
miércoles, 15 de octubre de 2008
premiada

Muchas gracias a vosotros por vuestro apoyo, y a ciertas personas por el cariño que me han demostrado estos días.
Las reglas del premio:
- Enlazar a la persona que nos invita.
- Enumerar seis cosas sin importancia que nos hagan felices.
- Hacer constar las reglas.
- Elegir a seis personas que continúen con el desafío.
- Avisarles con un comentario en su blog.
Las seis cosas que me hacen feliz:
1. Las sesiones de Foniatra y Logopedía, una pasada lo bien que va todo.
2. Hacer reir a....... la pulguita, bueno, yo me entiendo, y ella también, ya hablaré de la pulga cuando tenga tiempo o cuando en fin se sepa como va la cosa.
3. Los charcos de agua en un día de lluvía e intentar saltarlos.
4. Que alguien se acuerde de la tabernera y la premie, por simplemente escribir, así que es felicidad doble, el premio por su parte y mi premio que es la escritura.
5. El libro que estoy leyendo, es muy divertido, fino (asi no me agobio) y con un sentido del humor tan peculiar como yo.
6. Planear una cena con las compis del instituto, una de ellas fue compañera mía en otro módulo hace diez años y aún nos reímos recordando viejas batallas.
lunes, 13 de octubre de 2008
últimas cicatrices
En los muslos, ninguna historia que reseñar, pero si nos paramos en la rodilla derecha, antes de la rótula tengo dos marcas que parecen de un mordisco, y digo parecen por que no lo son, me lo hice en mi época más bollo de todas, en mi tierna niñez me aficione a jugar a las canicas, era el terror de los chicos, por que era muy brutota y jugaba muy bien, es decir, me entregaba demasiado y corria riesgos en eso y en el fútbol lo que fuere, por mucho que mi madre me dijera que eso eran cosa de chicos poniendome la nancy de turno entre las manos, muñeca que yo vendía por 50 canicas, para seguir añadiéndolas a la colección, pues en una de esas competiciones entre los niños que hicimos, al llegar mi turno, me arrastraba por el suelo en busca de la mejor posición ósculo-manual y ni me di cuenta de que apoye la rodilla en una chapa de fanta de esas de botella de cristal con forma femenina y se me quedo completamente pegada, al despegarla salió la sangre, pus y otras asquerosidades formando posteriormente una costra. Una vez seca, la enseñaba con orgullo, junto con mis cánicas, que por cierto me las robaron y acaba aficionándome a jugar a las chapas y otras cosas más personales jajaja, por ejemplo a médicos y enfermeras, los niños tenemos una especial facilidad para aprender lo que nos interesa. Para escandalo de nuestras respectivas madres.
Después en la pantorrilla izquierda, en la parte externa, tengo un buen recuerdo paterno, yo no lo recuerdo, pero me lo han contado tantas veces desde que tengo uso de razón que ya forma parte de mi historia, yo era un bebé, tendría pocos meses y estaba comodamente instalada en la cuna, satisfecha, el estómago lleno y la dosis de cariño suficiente para subsistir, pero hacía tanto frio, que mi padre me colocó una bolsa de agua caliente cerca de mis piernas, más bien, pegada a la pierna izquierda y se fue a hacerle el amor, la corte, o lo que sea a mi madre, y en plena faena, que digo yo que podrían haberse esmerado más y darme un hermano, pero bueno, en plena faenilla yo empecé a llorar, y mi padre que en esos momentos se había empapado de esos libros modernos en los cuales se aconseja que si el bebe está bien alimentado y demás si llora es por que quiere mimos y no hay que hacerle caso por que sería perjudicial, así que pasaron de mis lloros, aunque eso del libro me suena a excusa, si dicen que me parezco a mi padre en actitudes y gestos, también me huelo que tengo la líbido alta como él y le entiendo perfectamente que entre un polvete y cambiar un pañal eligiera lo primero, así que tuve que berrear bastante para que me hicieran caso, cuando lo conseguí tenia la pierna quemada, una buena quemadura, que tiene sus ventajas, no crece pelo y esa zona no hace falta que la depile y además al ir creciendo se ha ido alargando y tiene un forma sexy, al menos a mi me gusta.
La última, (suspiro de alivio) me la hice en el talón del pie derecho, no creo que se vea a estas alturas, por que se confunde con las arrugas del pie, pero mi padre era profesor y en el colegio convencia todos los años de celebrar a su manera particular las fallas de Valencia en el pueblo donde viviamos, y se tiraba con los alumnos de Octavo en las clases de manualidad montando una falla y la instalaban en el patio, luego al llegar la noche de San Juan se quemaba junto con enseres viejos y cuando la falla estaba a punto de finalizar, por que el fuego ya no era tan alto, teníamos costumbre de saltar por encima de él, yo saltaba de la mano de mi padre, mi hermana también, pero en una de esas veces, me vi tan autosuficiente a pesar de mis siete años que me empeñe en saltar sola, me clavé un clavo ardiendo, que no es agradable la verdad, como para olvidarlo, me la tuvieron que sacar, llevarme corriendo en volandas no sé pero al dispensario del pueblo a que me inyectaran la antitetánica, genial, con lo que odio los pinchazos.
Y siento ser tan pesada con este tema que afortunadamente ya termina y eso que me deje cuando me rompi el brazo por dos sitios en mi empeño en subirme a hombros de una chica, pero lo positivo que le saco a haberme roto el brazo es que gracias a eso deje de ser zurda durante dos meses y aprendi a escribir con la derecha, de todo se aprende algo. Y de lo escrito vosotros aprenderéis a tener paciencia para leer las chorradas de la tabernera, que mañana tengo un examen tan fácil que lo voy a catear por que odio aprenderme las cosas de memoria, pero una no tiene la culpa de tener una profesora que le falta medio minuto de cocción. Y no digo más que no está el horno para bollos.
Proximamente no sé que escribiré, igual dejo vía libre a los ratones que inundan mi taberna, creo que uno de ellos tiene vena artística, por que se me cuelga de la lámpara cada vez que me meto en la despensa, igual le dejo esto para que se me termine de desmadrar, ajko de ratoncitos., me voy a rehabilitación que está todo yendo demasiado bien, una pasada. Y ah, sobre todo lo más importante es que hoy es 13, me encanta ese número y que las mariposas se han vuelto a instalar de forma temporal en mi estómago gracias a una mejor no digo nada no vaya a ser que la afortunada se eche para atrás, esto del amor es como un juego con pocos jugadores e infinidad de estrategías y tácticas para llegar a un ........ me estoy durmiendo de la charla que me estoy dando.
sábado, 4 de octubre de 2008
un par de cicatrices para la colección

Me corto la respiración, me desgarro un poco, de intentar sacarlo los dientes de ahí, ahora me ha quedado una marquita bonita, bueno dos, paralelas, se nota más cuando me da el sol, por que la cicatriz se queda más blanca. Moraleja: no folles con chicas que tengan mascotas, por que perderás alguna extremidad, posiblemente.
Pasamos a la extremidad superior izquierda, bajamos por el brazo, a mitad del brazo tengo una marca que nació en sexto, en la antigua EGB, yo estaba hablando con mi fiel escudera, esto es, mi mejor amiga, delante nuestra estaba una amiga a la que ya no “ajuntábamos” por chivarse de algún examen que mi fiel escudera se copio de mi, total, cosas de esas, pues estábamos poniendo a parir a la de delante, cuando de repente el silencio rodeó toda la clase, ante un chist potente e imperativo de la profesora… que yo no oí, así que justo en ese momento solté un “¡¡¡¡Será subnormal!!!!”, dirigido a mi fiel escudera mientras con el dedo señalaba a la delante, que al no darme cuenta del silencio se oyó un SERA SUBNORMAL!!!!!!, el silencio se noto más, me quede rodeada de miradas, infantiles y un par provenientes del único adulto, estos escandalizados, la fiel escudera riéndose a la par que se encogía de hombros como diciendo que no le dio tiempo a avisarme de que bajara la voz, la dueña del serás subnormal, se dio la vuelta sujetando en su mano derecha un bolígrafo rojo, me miró, si las miradas fulminaran, pensé yo, me miró de arriba abajo y soltó un…… qué dijiste? Mirándome, yo, que con los años he ido perdiendo la chulería le solté un ....... ya me oíste, he dicho si serás subnormal, al menos sorda no eres, no? fue terminar esta frase y el bolígrafo voló y aterrizo en mi brazo izquierdo, el color rojo del boli se mezclo con el color del líquido que emanaba de él, hubo un coro de risas, otro coro de gritos, yo gemía agarrandome el brazo y exagerando un poco, mi fiel escudera se reía y la causante de mi cicatriz esperaba el sopapo de la profesora, pero no ocurrió nada, bueno si, broncas para nosotras dos por hacer el tonto y armar follón. Moraleja: en boca cerrada no entran moscas, y en volúmenes bajo de voz no entran bolis.
Siguiendo más abajo a la altura de la muñeca, dónde los suicidas dejan horizontalmente su huella para pasar a mejor vida, se dice así, no? en mi caso la huella es vertical entre la primera y segunda rasceta, esa que los quirománticos dicen que es la pulsera de la felicidad, yo tengo dos, creo será salud y dinero por que el amor no lo veo, que me enrollo, mi madre tenía la costumbre de decirme que los vasos se llevan de uno en uno de la cocina a la mesa, pero yo por ahorrar los apilaba de uno en uno, me los colocaba entre la cintura sujetándolos con el brazo, y me ponía así seis vasos de una tajada, eso cuando venían visitas, para no ir pasillo arriba y abajo con tanta cubertería, pues aquel día, iba yo tan tranquila cargando con seis vasos, cuando el vaso del centro, el que estaba en medio de dos vasos, decidió suicidarse mediante combustión espontánea, explotó sin más y una de las esquirlas de cristal pasó volando por mi mejilla, rozándola, del susto lo solté todo, los vasos, la cesta del pan, servilletas, que sé yo, los vasos al caer armaron tal estropicio que vino toda la familia de golpe para encontrarme con un trozo del cristal de uno de ellos clavada y haciendo equilibrio sobre una de las venillas de la muñeca, yo que había comido, al ver la sangre me puse blanca me apoyé en la pared y me arrastré hasta el sofá, dónde agarre el cojín y me lo enrollé en la muñeca, se nota la cicatriz, me gusta. Moraleja: quien mucho abarca poco aprieta, o sea, más vale dos vasos en ambas manos que seis en el suelo.
Luego tengo la muñeca abierta, con la muñequera puesta, con su cremita para ver si se cierra, qué cómo me la abrí, pues cuando trabajaba, en una de las estancias en la segunda planta, me tocó hacer los cambios posturales de todos los encamados con mi compañera, pero esperábamos que subiera una de la planta baja para que nos ayudara a mover a uno de ellos que pesaba poco más de cien kilos y moverlo era una pasada, no subía la otra, así que con la ayuda de una enfermera decidimos moverlo nosotras tres, el peso de la parte faltante recayó sobre mi sin darme cuenta y la muñeca se me abrió, y así estoy, esperando que cierre. Moraleja: el trabajo dignifica y da salud, pues que trabajen los enfermos.
Y seguirá un poco más abajo, otro día, que ya quedan pocas, afortunadamente.
jueves, 2 de octubre de 2008
la terapia (2ª parte)

Nos quedamos callados y lo dejamos hablar, nos echo un sermón sacado de un manual de psicología un poco obsoleto o me lo sonaba a mi, nos dio unas indicaciones que me recordó a un libro de autoayuda muy famoso, al menos me decía algo la teoría, pero ponerlo en práctica ya es más complicado, nos insto a que nos reuniéramos con él dos veces por semana para que habláramos entre nosotros de nuestros problemas y ver que podíamos hacer para solucionarlo, porque todo problema por grande que sea tiene salida, sólo hay que encontrar el camino que lleve a ello, esas fueron sus palabras, y todos asentimos.
Nos miramos, algunos un poco avergonzados, eso de contar los problemas a unos desconocidos no es plato de gusto de nadie, unos se encogían de hombros, otros miraban al suelo, la mayoría nos movíamos incómodos en los asientos, ansiábamos salir de la sala, el ambiente se tensó un poco cuando la chica que estaba a mi izquierda hizo ademán de levantarse, pero Bienvenido le dijo que se sentara, que no se preocupara, y todos nos quedamos en silencio.
Bien, me miró el psicólogo y añadió, a ver Guada, cuenta tu situación un poco por encima, queremos saber que te ha llevado a esto, cuales han sido los motivos por los que has reaccionado así y cómo te sientes.
- miré – le contesté con mi mejor sonrisa, a mi no me pasa nada, lo único que recibí una carta del banco avisándome de que me aumentaban cincuenta euros por la revisión semestral correspondiente a la hipoteca, he de pagar el coche, un coche que yo no quería, un coche que no me gusta y que me recuerda continuamente mi error, he de pagar una casa que tampoco quiero y no me gusta, al que su simple presencia en ella más de dos días me agota, me cabrea y me recuerda mi estupidez, he de hacer de tripas corazón y pagar con la mejor de mis sonrisas, debería de estar contenta, no? al menos tengo 54m cuadrados donde caerme muerta, lo malo es que no he elegido el mejor lugar ni momento para hacerlo, iba a continuar pero las risas me lo impidieron.
- Bueno, Bienvenido me miro, no eres la única que está pasando por una cosa así, ni lo serás, y tampoco es para tanto, vamos digo yo, hay situaciones peores, mientras decía esto su mirada se traslado por impulso hacia su derecha, mi izquierda dónde estaba una chica de mi edad, la cual al sentirse aludida, hundió sus hombros un par de centímetros y se quedó mirando un punto del suelo.
- Ya pero….. estoy de baja, me pagan menos y para colmo he de pagar la rehabilitación y no me han dado muy buenas perspectivas de mejora al menos en el futuro inmediato, la espera me desespera, me siento frustrada, atrapada en un pueblo que no me gusta y el trabajo me deprime a veces, el orgullo me cabrea, porque sé que no puedo y el saberme dependiendo económicamente de mi madre hace que tenga sentimientos encontrados hacia ella, la quiero porque es mi madre y por todo lo que está haciendo por mi, pero la odio por todo lo que le debo, siento como si de alguna manera se lo tuviera que devolver, ¿y esto cómo se paga? Le interrogue.
- La verdad es que tu situación es un poco complicada, ladeó la cabeza pensativo y a continuación tras pensar un rato, soltó un….. y por qué no buscas otro trabajo? Para poder hacerte cargo de todo, vamos, conozco gente que trabaja en dos sitios, aunque es cansado.
No es cuestión de cansancio, no es eso – le replique, y añadí, es más cuestión de tiempo, no tengo para trabajar en otro sitio porque tengo las mañanas ocupadas, debo sacarme el título, ya que sin él no podré seguir trabajando en lo que hago, y además por las tardes tengo rehabilitación, no tengo ni tiempo ni dinero, ni ganas para que engañarnos, ya me he engañado bastante tiempo a mi misma, no soy fuerte, hay días que me dan ganas de tirar la toalla, pero aguanto más que nada por no decepcionar a la gente que me quiere, por eso me siento un fraude, por eso pensé en….. deje la frase en el aire y me limité a enfrentarme a las miradas de los demás.
Jorge no me quitaba el ojo, me miraba con una mezcla de ternura y admiración, con interés se la devolvía yo, y el psicólogo en ese momento de cruce de miradas, aprovecho para mirar el reloj, Jorge se me acerco y deposito en el hueco que se formaba en mi regazo, encima del vestido, un papelito, el blanco del papel resaltaba encima del vestido verde haciendo la situación un poco más surrealista si cabe, con disimulo lo cogí y con nervios lo desplegué, al mismo tiempo que Bienvenido seguía hablando y animándonos con la manoseada frase de que mal de muchos consuelo de tontos, que no estábamos solos, mientras mi mirada brillaba bajo el breve “llámame” acompañado de nueve dígitos y un dibujo gracioso, mis labios pronunciaron un, vale si, mal de muchos y todo lo que vosotros digáis, pero como en un anuncio de sobras conocido por todos, diré, yo no soy tonta, por lo tanto no me consuela, debería hacerlo? Las desgracias de los demás deberían consolarme? Pues me niego, contesté al mismo tiempo que doblaba meticulosamente el papelito hasta plegarlo dos o tres veces y guardarlo en el bolso.
Jorge sonrió maliciosamente al ver la maniobra con el papel, y acto seguido con cara de pillo empezó a aplaudir ante mi salida, los demás se quedaron parados y unos rieron, el psicólogo empezó a guardar sus cosas en un maletín y nos recordaba a no faltar a la próxima reunión, ya que nos haría mucho bien hablar de nosotros, era necesario, era lo que necesitábamos, soltar toda la rabia acumulada, contar nuestras preocupaciones, soltar el lastre, en fin, que no nos cerráramos que sería peor.
- Esto lo cubre la seguridad social no? – interrogué con interés, por que si es particular, ya podéis esperar sentados que aparezca, porque hasta que no llueva dinero yo no voy a ver nada. Me sorprendí de la tontería que acababa de decir, pero entre las miraditas de Jorge y la presencia de la chica que estaba a mi lado, que no me quitaba ojo de encima, los nervios me jugaban una mala pasada.
- Creo que si, de todas formas pregunta porque en tu caso igual te hacen un descuento o bien, si presentas las facturas con el tiempo te lo devuelvan, no lo sé, ya lo miraremos – me contestó el psicólogo mientras recogía sus cosas.
- O sea, hacen descuentos a los suicidas, bromeé.
Nos levantamos todos al mismo tiempo, unos con más ganas que otros, y nos encaminamos hacía la salida, la chica que estaba a mi izquierda me rozo la mano por casualidad al intentar abrir la puerta y note como un chispazo de electricidad, nos quedamos paradas ante tamaño acontecimiento y entonces le solté un…. tranquila, es normal, ves? llevo zapatos de suelo de goma, y los tuyos también creo, le dije señalando nuestros zapatos y me di la vuelta sonriendo mientras dejaba la sala y salía a la fría tarde otoñal y tuve un momento de indecisión sobre dónde dirigir mis pasos, Jorge se me acerco por la derecha y señalando el bolso me pregunto si le iba a dar un uso al papel, en plan chistoso, lo miré, es atractivo, pensé, y tiene buen cuerpo, vamos que no está nada mal, pero en vez de decir nada de eso o insinuar algo y menos aún contestarle le pregunte:
- Oye – conoces a la chica que estaba a mi izquierda? – una pelirroja de pelo rizado y ojos verdes – iba a seguir describiéndola, cuando Jorge con un ademán de la mano me paro y dijo.
Si, ya sé – Gloria, se llama, por qué me preguntas por ella? ¿La conoces?. – me miró y añadió, que pasa? Te gusta?
- No es eso – le contesté, simplemente me llamo la atención y me preguntaba…..
Ya – contestó, lo único que sé es que, se quedo callado, mira no sé si debería decírtelo, pero me voy a arriesgar, total no creo que haga daño a nadie, mira, resulta que Gloria es lesbiana, vino aquí porque cayo en una profunda depresión después de haber estado cuidando durante dos años de su novia, ella le ayudo a morir, y bueno, que te voy a contar, imagino que te harás una idea de la situación.
- Uf, joder – le contesté, y tanto, coño, solté y yo quejándome de mis chorradas, nunca me había sentido tan avergonzada ni poquita cosa como en ese momento.
Jorge siguió caminando a mi lado, nos alejábamos del lugar de reunión, no teníamos rumbo fijo, a lo lejos observe la figura delgada y desvalida de Gloria y me dieron ganas de gritarle que parara, echar a correr y sin mediar palabra, abrazarla, había algo en ella que hacía que mi ternura saliera a flote, algo en mí empezó a ser consciente de que mis pensamientos no eran normales. No la conocía de nada y su simple historia más el breve espacio que habíamos compartido hacía que mi mente fuera por unos derroteros que no me gustaba.
Disculpas, la verdad es que el cuento, conforme lo voy subiendo, me da cosa, me siento con una mezcla de sentimientos, entre pudor y estúpida por creer que esto realmente tenga algún interés, lo único que tiene es un valor sentimental por mi parte hacia la persona a la que va dirigida. Así que intentad ser un poco más diplomáticos en vuestras críticas y tened en cuenta que es mi primer cuento.
miércoles, 1 de octubre de 2008
más de lo mismo (cicatrices)

En el dorso del omóplato, donde está situado el músculo deltoides, tengo una marca preciosa, color negro y verde, es lo que científicamente se podría llamar antojo capitalista y vulgarmente se dice un tatuaje, de una mariposa que está a punto de echar a volar, al menos en mi imaginación, me gusta y me dio por tatuármela, más abajo, bajando el brazo derecho hasta llegar a la mano, en el dorso de la mano tengo una cicatriz regalo de las chulas del colegio, yo era una cría, bueno, hacía poco que había muerto mi padre, tenían ganas de un poco de marcha y me vieron a mi en un rincón del patio, se me acercaron y rodearon las tres, dos de ellas me sujetaron el brazo y la líder me cogió de la mano y con cara de asco y pose chula me espetó un: dí un número del uno al cien, me quedé trabada intentando averiguar a que me arriesgaba, al ver que no contestaba, las dos que me sujetaban me dieron un capón, gemí y solté un 45, no sé por que lo dije, probablemente por que llevaba días oyendo que mi padre había muerto a esa edad, fue el único número que me pasó por la cabeza, no lo olvidaré nunca, por que la tía chula que me agarraba la mano, al oír el número sonrió a sus amigas y sin más me empezó a raspar con su uña o una púa no recuerdo, lo único que recuerdo era la lucha inútil para intentar zafarme o gritar, pero no podía, pues nada, me pasó la uña 45 veces arriba y abajo hasta que la piel se quemó, me sangró y cuando llegaron a 45, me empujaron contra la pared y desaparecieron, ese día descubrí lo que era la impotencia, llegué a casa y me vendaron la mano, me quedó una cicatriz en el dorso, en medio de la mano.
Al lado de la cicatriz, tengo un pequeño quemado, un círculo pequeño de una chispa que salió de la pistola de eléctrodos, ya se sabe, para soldar, si, la menda hizo un curso de soldadura, chantaje emocional de su mejor amigo, por mucho que le insinuara que ¿qué hace una tía como yo (de femenina, se entiende) en un sitio como esté? Y encima soldando? Pero tu me has visto bien, le insistía y el me sacaba a colación a Jennifer Beals en “Flashdance” y mi cara de asombro, pero tío, que eso es una pelí no fastidies, que yo ahí no pinto nada, lo que quería era a alguien que compartiera habitáculo, necesitaba un compañero por que el curso se hacía por parejas y faltaba gente, me convenció el ver que había otra chica, más femenina que yo y rubia.
La verdad es que terminó por gustarme, hasta saque un notable, mejor nota que él, por mucho que dijera que el notable me lo había puesto el profe por mis tetas, hay que ver lo que hace la envidia, quise demostrarle el por que a él se le pegaba el eléctrodo a la tabla y a mi no, le estaba explicando la forma correcta cuando saltó un chispazo y una de las chispas cayo en mi mano, me quedé mirándola con una sonrisa de oreja a oreja, y el pensamiento de… menos mal que llevo guantes, esos guantes especiales que te dan para soldar, me olvidé del chispazo y seguí con la pistola en la otra mano, cuando me veo un agujero en el guante, joder como quema, solté la pistola, solté un grito, risas de mi amigo, un cagarme en todos los santos por mi parte, vino corriendo el profesor, me quite el guante, tenía toda la zona que une el pulgar con el índice roja, me echaron una crema especial que parecía sorbete de mocos, se oyó un….. yo no me echó está mierda encima, pero picaba tanto que me la puse, tengo una pequita de color blanco, de mi época de soldadora, breve pero intensa.
Próximamente….. Cómo me hice las dos marquitas paralelas del dedo corazón de la mano derecha, para a continuación seguir por la parte izquierda y bajar, me encanta esa zona, lo malo es que en el lugar más interesante de mi anatomía no haya nada digno de mencionar….. cicatricamente hablando.