Historia breve de un platanito o bananita, es que me hace gracia oyes, esa cosa alargada que hace que las mujeres se rían pensando que se va con segundas o comentarios graciosos sobre la fruta, a mi no me gusta, y no porque me traigan malos recuerdos que diría Freud, al contrario los recuerdos no podrían ser mejores, pero no se trata de eso, si no de que por prescripción facultativa me los he tenido que comer (sin segundas intenciones), nunca me ha gustado el plátano, recuerdo que mi madre para que me lo comiera me los cortaba a trozos y les echaba azúcar, y me cantaba una canción encima para animarme, si es que yo de pequeña es que daba askito eh.
A mi es que el esfuerzo físico, dicho de otro modo, el puto curro, hace que se me abra la parte de abajo del pie, lo que yo llamo “el tirón”, antes no me pasaba tanto, total no es lo mismo estar sentada pasando facturas que cargar con cientoypico kilos de peso con o sin grúa, total que de un tiempo a esta parte me he habituado en mis visitas laborales a la cocina a mangar un plátano, o directamente es que me lo guardan, y me lo dan y mientras sirvo las meriendas me voy comiendo el plátano, yo no sé que cara pondré porque no me veo, sospecho que será cara de placer o de desespero porque algunos abuelos cuando me ven después de la cena, es que me dan bajo manga un par de ellos, el otro día por ejemplo, tuve que mediar en una pequeña discusión en una de las mesas del comedor a la salida de la cena, uno acusaba al otro de haberle robado la fruta y el otro le decía que no, que lo que pasa es que con el alzheimer que tienes te comes todos los plátanos de todos los de la mesa y ni te acuerdas, ahí le di la razón aparte de descojonarme evidentemente que tiene su gracia, pero le dije que no se preocupara que iba a cocina y le traía otro, cosa que no hice pero como a los cinco minutos se le olvido pues….. eso hice yo también olvidarlo.
Hasta que después de subir a la gente a las habitaciones, mi compañera me dice que J. me llama y me acercó a su habitación, el hombre me saluda, se ríe y me saca un plátano, está contento porque se cree que colecciono plátanos o que me los meto en vena, le miro y le digo qué? Te lo envuelvo??? Intenta cogerme de la mano y me dice que no, que es para mi, que lo ha escondido para mi, le doy las gracias, me lo meto en la chaqueta del uniforme, sobresale, me pongo a currar, voy al final del pasillo para volver porque el plátano tiene vida propia y sale a dar un garbeo cada vez que acuesto a uno, así que decido volver a su habitación y guardarla en el cajón con la promesa de volver a por la fruta de los cojones como termino llamándola.
Total que se me olvidó, terminé el curro y me fui abajo a ayudar a mis compañeras, al día siguiente, un montón de abuelos me saludan, sonríen con complicidad, a la hora de la merienda hago el ritual de siempre, me bajo a la cocina y me llevo un par, un par de horas después sigue la rutina y empiezo a acostar a la gente de mi carpeta cuando paso por la habitación de J. me hace otro gesto y me echa la bronca por el despiste más que nada porque a él ya le abroncaron por la mañana por esconder comida, total que sigo con mi curro y me subo al segundo a ayudar con el plátano a rastras, pero claro para ayudar a acostar a uno que pesa más de cien kilos y se necesitan a cuatro para moverlo el “pene amarillo” pa mi que sobra y lo dejo en la mesa de la zona de las visitas, y me vuelvo a olvidar de él, siejke, está el pobre más manoseado, y empieza a palidecer, me encuentro con una compañera que se ríe de mi y de la cosa esa, me suelta un comételo de una puta vez y deja de marear, le contesto que ya empieza a darme pena, que no se ya si comérmelo, o hacerle un tributo, se descojona conmigo, todos los días pasa algo, pero a mi me hacen gracia situaciones así, pasarte dos días enteros paseándote con un plátano por todas las plantas de la residencia, creo que hay un trozo de campo detrás de las cocinas, uno de los cocineros tiene plantadas un par de cosas, ais, ya sé que plantaré si me lo camelo y me cede un trozo de tierra.
Es que lo mío son las situaciones surrealistas.
Que final, en el estómago de una vakita, apoteósico, vamos.
A mi es que el esfuerzo físico, dicho de otro modo, el puto curro, hace que se me abra la parte de abajo del pie, lo que yo llamo “el tirón”, antes no me pasaba tanto, total no es lo mismo estar sentada pasando facturas que cargar con cientoypico kilos de peso con o sin grúa, total que de un tiempo a esta parte me he habituado en mis visitas laborales a la cocina a mangar un plátano, o directamente es que me lo guardan, y me lo dan y mientras sirvo las meriendas me voy comiendo el plátano, yo no sé que cara pondré porque no me veo, sospecho que será cara de placer o de desespero porque algunos abuelos cuando me ven después de la cena, es que me dan bajo manga un par de ellos, el otro día por ejemplo, tuve que mediar en una pequeña discusión en una de las mesas del comedor a la salida de la cena, uno acusaba al otro de haberle robado la fruta y el otro le decía que no, que lo que pasa es que con el alzheimer que tienes te comes todos los plátanos de todos los de la mesa y ni te acuerdas, ahí le di la razón aparte de descojonarme evidentemente que tiene su gracia, pero le dije que no se preocupara que iba a cocina y le traía otro, cosa que no hice pero como a los cinco minutos se le olvido pues….. eso hice yo también olvidarlo.
Hasta que después de subir a la gente a las habitaciones, mi compañera me dice que J. me llama y me acercó a su habitación, el hombre me saluda, se ríe y me saca un plátano, está contento porque se cree que colecciono plátanos o que me los meto en vena, le miro y le digo qué? Te lo envuelvo??? Intenta cogerme de la mano y me dice que no, que es para mi, que lo ha escondido para mi, le doy las gracias, me lo meto en la chaqueta del uniforme, sobresale, me pongo a currar, voy al final del pasillo para volver porque el plátano tiene vida propia y sale a dar un garbeo cada vez que acuesto a uno, así que decido volver a su habitación y guardarla en el cajón con la promesa de volver a por la fruta de los cojones como termino llamándola.
Total que se me olvidó, terminé el curro y me fui abajo a ayudar a mis compañeras, al día siguiente, un montón de abuelos me saludan, sonríen con complicidad, a la hora de la merienda hago el ritual de siempre, me bajo a la cocina y me llevo un par, un par de horas después sigue la rutina y empiezo a acostar a la gente de mi carpeta cuando paso por la habitación de J. me hace otro gesto y me echa la bronca por el despiste más que nada porque a él ya le abroncaron por la mañana por esconder comida, total que sigo con mi curro y me subo al segundo a ayudar con el plátano a rastras, pero claro para ayudar a acostar a uno que pesa más de cien kilos y se necesitan a cuatro para moverlo el “pene amarillo” pa mi que sobra y lo dejo en la mesa de la zona de las visitas, y me vuelvo a olvidar de él, siejke, está el pobre más manoseado, y empieza a palidecer, me encuentro con una compañera que se ríe de mi y de la cosa esa, me suelta un comételo de una puta vez y deja de marear, le contesto que ya empieza a darme pena, que no se ya si comérmelo, o hacerle un tributo, se descojona conmigo, todos los días pasa algo, pero a mi me hacen gracia situaciones así, pasarte dos días enteros paseándote con un plátano por todas las plantas de la residencia, creo que hay un trozo de campo detrás de las cocinas, uno de los cocineros tiene plantadas un par de cosas, ais, ya sé que plantaré si me lo camelo y me cede un trozo de tierra.
Es que lo mío son las situaciones surrealistas.
Que final, en el estómago de una vakita, apoteósico, vamos.
A mi lo del platanito o bananita y los comentarios con segundas a cerca de eso nunca me han echo especial gracia, es mas un poco absurdo,no?jajaja...
ResponderEliminaruna cancion para animarte a comer el platano!!jjaja..compartela con todos!!!
un beso
Pues yo veo un plátano en tu mesita de noche, y ya puedes darme explicaciones, que no te creo...:-))
ResponderEliminarcomo los comentarios sobre tortillas, aunq en el curro mi compi me acercaba un trozo de sandía y decía..... una rajita??? siejke
ResponderEliminarJ.M. no te creas nada, de lo que veas en una mesita de noche de una mujer, incluyendo el móvil jajajaja
me apetecía un post chorra, no me lo tengáis en cuenta
Menos mal q te dio por los platanos y no x los pepinos.
ResponderEliminarun besazo
Muy agradable de hecho probablemente voy a descargarlo. Gracias
ResponderEliminarhola, Chicos, post impresionante. Realmente disfruté la lectura de su blog.
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