viernes, 2 de noviembre de 2007

mi silencio







ya se sabe a veces que cosas que te has puesto a buscar y nunca encuentras, puede que al cabo de unos años aparezca en el lugar más insospechado y te lleves una alegría o te resulte indiferente.
Hace años, bastantes, estamos hablando de mi primera relación hetero, porque si digo eso, es que estoy diciendo que soy bisexual, o lesbiana, que más da, porque si soy sincera me gustan más las mujeres que los hombres, bueno a lo que iba que siempre me voy por otras ramas y arbustos, ya se sabe lo grande que es el bosque.
Mi primera relación fue la más larga, fue con un chico, lo quise mucho, era sordo también, pero otro tipo de sordera diferente a la mia, bueno lo que importa es que a su manera él me enseño mucho, ibamos a la asociación de sordos los fines de semana, no todos pero ibamos, allí descubrí que no me gustan las asociaciones de ningún tipo, me gusta la diversidad, porque nunca me he ido definiendo con la etiqueta de bi, o de les o de sorda ni tengo ninguna necesidad de hacerlo, ante todo soy persona.
Lo que encontré por casualidad en un libro antiguo en casa de mi madre fue una poesía que estaba en un corcho de la asociación que me gustó y no sé quién es el autor, sé que me gustó, lo copié, lo guardé en un libro y ahora lo he vuelto a leer y me ha emocionado ciertas frases, porque me siento identificada, simplemente por eso.


" MI SILENCIO"

Mi silencio entre nubes y cementos,
de año tras año, y en el que se recrea,
al eco de mis propios pensamientos,
la plena placidez que los rodea.

Mi salir a la calle en soledad
-pisadas de algodón, mudos cláxones-,
"déficit de sonidos: la ciudad.
"superávit de paz: mis sensaciones

No existe el decibelio. Al cielo raso
sin tonos y sin timbres, ni rutina,
mi silencio... ¡es pentagrama a mi paso,
con corcheas y fusas sin sordina!

Ver moverse unos labios, intentar
desentrañar palabras en cadena.
Resolver el problema de escrutar
boca que va a alegrarme y traerme pena.

Sin pájaros cantores, calla el viento,
cascadas de agua, mudas entre riscos...
¿Mozart? ¿Beethoven? ¡Casi los presiento,
mientras gira en silencio un tocadiscos!

Mutismo en rendimiento del taller,
funcionar amordazado del motor...
¿labios trémulos?: la voz de una mujer
cuanto está musitando un gran amor.

¿Mi teléfono? Es un mágico instrumento
y el timbre de mi casa nunca suena.
¡ Pero, sereno, mientras silba el viento
permanezco impasible cuando truena!

Las olas que se agitan en el mar
dan rimas de asonancia a mi poesia...
¿Lluvia que no repica en el cristal?
Igual me llena de melancolía

Mis ojos van sedientos de mirar
Tranquilidad. sin sustos. Vibraciones
¿Nada canta? ¡ yo llevo mi cantar!
Soy un juglar, sobrado de canciones.

Un torbellino de gaya algarabía
mi gritó en la retina: Amanecer
(Caracola marina, ¡Un nuevo día,
con mil empresas por acometer!)

Mi silencio que aplaca y que serena
en su vaivén de inercia, hacia la calma,
que amplifica esa voz que me resuena
con millones de arpegios en el alma;

Tu palabra, Señor, si no la oyera
¡Entonces mi silencio abismo fuera!

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