y si la que da vergüenza ajena eres tu misma?, si!, tu misma, porque te ves más vulnerable de lo que eres, porque sabes que te estás enamorando aunque te lo niegues y para negarlo le entras a otras, más tonta no se puede ser, y dentro del patetismo que te invade intentas hacerte la valiente pero lo que haces es ser más vulnerable todavía, y esa vulnerabilidad te atormenta, y al mismo tiempo te cabrea, te atonta, te indefensa, te agobia y sobre todo te baja las defensas de tal manera, que cualquier tarea por nimia que sea te sale mal, por la sencilla razón que no estás donde debes estar, y el simple hecho de fregar un plato se convierte en toda una odisea con un final tan previsible como la rotura del mismo y el agacharse a recoger los trozos con la adivinanza consabida de que el corte es algo inevitable, la vida real que se dice, bien, te cortas, la sangre mana de un dedo y de un lado de la palma de la otra, te quedas mirando con cara de tonta las manos, miras y miras como si el mirar te llevara a descubrir cual es el corte más profundo, al cual al cabo de un minuto deduces que es el índice de la mano derecha, por lo tanto olvidas la palma de la otra mano, vas como si todo te resbalara, como si el mundo fuera a cámara lenta, al baño, pones el dedo debajo del grifo y observas como el agua lame el dedo, lo lame, lo recubre todo a partes iguales, te quedas con la misma cara de gilipollas del principio, mientras piensas que la que lo ha precipitado tiene un nombre de cuatro letras o tu misma por ser idiota por dejar que todo te sobrepase, en fin, que más da, sigues observando como el agua se va convirtiendo al llegar al fondo en algo rosado, te miras en el espejo, te ríes, esa cara de preocupación no es tuya, es como si alguien extraño con tus mismos movimientos observara a través del espejo como Alicia, con la salvedad de que en el fondo sabes que es real, buscas con la mirada en derredor, no encuentras tiritas, pero lo presentías, tanto malgastarlo en rozaduras de zapatos nuevos que se veía venir que ante una necesidad no iba a haber, rezas al dios desconocido, sigues con la mirada en derredor, encuentras un bote que crees que es tu salvavidas pero de una simple colchoneta no pasa, empiezas a notar el miedo cabalgar por las venas que empujan la sangre y mana del dedo, coges la toalla, color amarillo, un color que nunca te ha gustado mucho, pero te da pena el ver que el amarillo empieza a confundirse con el rojo sangre, aprietas, pero no deja de sangrar, te maldices, vas al portátil para hablar con una amiga para que te diga como hacer un puto torniquete, mientras te ríes pensando tanto estudiar auxiliar y pollas en vinagre y no sabes parar una hemorragia, escribes, a las cinco palabras ves unas gotas de sangre pegadas al pórtatil, te descojonas de forma histérica, recuerdas que la sangre te da miedo, te sigues riendo, aprietas la toalla, vas a por una cerveza, piensas que quizás con alcohol dolerá menos, coño ni que fuera un parto, poco más y te meten un cuchillo entre los dientes para que aprietes, ves?? eso nos pasa por ver tantas películas, que tendemos a exagerar.
bien, te recuestas en el sillón, mientras esperas que la amiga te conteste, miras el dedo como un desconocido, como algo del que prescindir en caso de que la cosa se ponga chunga, piensas bueno total el índice para sacarte los mocos y señalar, poco uso se le da no?
Bien, intentas creértelo pero no cuela, te sigues riendo, ves la toalla amarilla y roja y te acuerdas de la bandera de España y poco más, creo que estoy tonta.
El dedo lo noto hinchado, la palma de la mano ya ni la siento, creo que paso de todo ya, el dedo no deja de sangrar, me da igual, estoy hablando con una amiga que es enfermera, pero preferiría hablar con alguien que me dijera que hacer para no enamorarme.
Y eso es todo por hoy. La Lupe con el dedo vendado, y una mala ostia que pa que, pero eso sí, mañana me ponen los audífonos, no si al final lo de raparme el pelo lo veo chungo, no por nada sino porque se va a notar más y una quieras que no es presumida.
me voy a dormir, que estoy mareada de todo. y encima una amiga a la que aprecio un montón por no decir que la quiero ya la tengo mosqueada, siejke, yo ya no se, m voy a dar un baño como el dedo a ver si se me suaviza el carácter. Alguien me dijo que mi impulsividad "per se" no era algo malo, si no que en el contexto en el que fuera..... en fin ella sabra.
No lo dice "alguien". Creo q cualquiera podra decirte q la impulsividad no es mala. Pero si de ella haces un arma arrojadiza... pues si. Espero q el dedo este mejor q vale para muuuuuchas cosas mas de las q tu dices.
ResponderEliminarLa impulsividad es un don que evita la hipocresía, así que guardala con cariño y bajo llave para que no se te escape.
ResponderEliminarBesos sinceros
muchas gracias dani, guapetón, que alegría el ver un comentario tuyo, me transporta al pasado,
ResponderEliminarun beso y otro a las dos mujeres de tu vida (cuidalas)
beso sonoro
Otra impulsiva. De acuerdo con Saritísima pero encantada con el escrito de Dani. No osbtante Lupiya, haz caso a ambos. Anda que estarás ahora dándole a la húmeda... sin parar eh, te veo venir. Ajajajaja. Oye, sobre todo, hazlo con tu welis aunque ésta llore porque esas lágrimas se verán de felicidad. Con tu madre, con tu amigo del alma... Qué pava, sobra que nadie te sugiera nada cuando estás por saber todos y cada uno de los sonidos. Enhorabuena bichso!.
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