Antes que nada pido perdón por la extensión de este cuento inacabado, para darle una lección a una amiga, para que vea mi inutilidad para eso, porque una cosa es escribir sobre ti, y otra inventar algo, no creo que lo termine, ahora mismo me he quedado bloqueada, pero a veces me gusta escribir sin ton ni son, pensando en a ver que sale, y siempre acaba en la papelera, probablemente no lo entendáis, pero no importa, eso que os ahorráis
Me llamo la atención el anuncio, por su brevedad y por la ubicación, mezclado entre los distintos anuncios de contactos, ahí estaba, sorda busca chica, abstenerse oyentes y “sordas”, para amistad y salidas, las comillas fue lo que atrajo mi atención, porque era una forma soterrada y sutil de advertir que no quería chicas pertenecientes a asociaciones ni que hablaran LSE, atrajo poderosamente mi curiosidad como dije antes, porque usaba las mismas armas discriminatorias que los pertenecientes a ese colectivo, así que como yo cumplía esos requisitos, le contesté, un mensaje corto, divertido, haciendo alusión a las comillas, me presente, y acto seguido lo olvidé.
Una semana después recibí una respuesta, me daba las gracias por mi carta y sobre todo reconocía que le había hecho gracia mi originalidad para presentarme y me preguntaba si quería tomar un café con ella, un día de esa semana, así podríamos charlar y conocernos mejor, y que le dijera día y lugar ya que estábamos en la misma ciudad pero en un pueblo distante treinta kilómetros.
Me hizo gracia el asunto, sinceramente porque compartía su punto de vista, nunca he formado parte de esa cultura “sorda” que llaman, pero a veces es difícil la integración porque aunque de forma oculta y sútil te sientes un poco excluida, así que me alegre de tener noticias de ella y de poder intercambiar impresiones con otra persona.
Nuestras primeras charlas rondaban al mismo tema, de politiqueos, de experiencias parecidas, de quejas de en fin, de lo que hablan dos personas que tienen parecidos puntos de vista y experiencias vitales similares, poco a poco esas charlas espaciadas e impersonales siempre en el mismo lugar, uno de los bares cercanos a la Universidad donde ella estudiaba, pero poco a poco empezamos a salirnos de ese lugar para conquistar otros rincones de la ciudad en la que hace escasos cinco años me trasladé y también por otro lado, las charlas, esa intimidad que poco a poco íbamos ganando, la asiduidad en nuestras citas hizo que también conquistara algo más que ciertos rincones de mi cuidad, pero de eso no era muy consciente hasta que ya era tarde.
Recuerdo que me encantaba observar su rostro, tenia unos ojos profundos de color castaño, una nariz ligeramente chata, el pelo castaño claro con mechas y con ondulaciones, su cara tenía un encanto difícil de explicar, era una belleza que había que saber apreciarla, tenía “algo” pero lo que más me llamaba la atención eran sus labios, me encantaba leerlos, vocalizaba como si los hubieran creado para mi disfrute, era un descanso para mis ojos y reía mucho, tenía una risa contagiosa, aprovechaba mi necesidad para la lectura para poder observarla sin sentirme “rara” y digo “rara” por no saber explicar en aquel momento que era lo que se me revolvía por dentro cada vez que la veía, no sabría explicar en que momento empecé a ser consciente de que verla, leer sus labios, tocarla para llamar su atención, observar sus ojos en mis labios, en qué momento exacto algo se removió dentro de mi, pero ocurrió, y así fueron pasando los días, y quedábamos más y los temas de conversación al amparo de esa intimidad recién adquirida fueron cambiando para convertirse en más personales.
Ella estudiaba Trabajo Social, decía que quería cambiar ciertas mentalidades, quería corresponder a la ayuda recibida ayudando ella también, odiaba las injusticias, la pobreza, pensaba que en cierta manera podría cambiar ciertas cosas, sino el mundo si la forma de pensar de la gente que formaba parte, yo acababa de terminar Derecho, cosa que en el fondo odiaba, me había sentido presionada por lazos parentescos, siempre se había dado por sentado que siendo hija de abogados y nieta de un Juez, aparte de demás familiares entre los que se contaba un Procurador, era algo inevitable, hasta tenía un trabajo esperándome en el despacho de mi tío, pero me las había ingeniado para tomarme un año sabático antes de empezar a trabajar, y en ese año sabático que estaba tomando fue cuando apareció ante mis ojos ese anuncio y la presencia de Eva fue algo inevitable, algo extraño, mágico, y casual.
-Oye, me toco la mano y a continuación pregunto: ¿Qué piensas? Estas muy callada Andrea, ¿Te pasa algo? El roce de su mano en la mía produjo una sensación de hormigueo, me quede mirándola e intentando aparentar que no estaba nerviosa, le contesté:
- Nada que me va a pasar, sólo que me quedan unos meses de disfrute antes de empezar a trabajar, y la verdad no me emociona, pero nada……. Me quede callada justo después de terminar la frase.
Eva se me quedó mirando, me observo largo rato antes de soltar un:
-Pero, a ver, qué es lo que quieres, por que muy emocionada no te veo, me equivoco?
-No, no te equivocas, nunca me ha gustado el Derecho, pero ya es tarde, no tiene sentido estar quejándose y darle el disgusto a la familia, no sé, no tengo hermanos, siempre se ha dado por sentado que tenia que seguir la tradición familiar, no me atrevo a decir nada. Además bueno tampoco está tan mal ese trabajo no? esa pregunta iba más dirigida a mi para autoconvencerme que a Eva.
Me levante justo acabar la frase, no me gustaban esas conversaciones porque inevitablemente acababan por ponerme triste, luego fantaseaba con lo que a mi realmente me hubiera gustado estudiar, pero no servia de nada pensar en ello, así que haciendo amago de que no pasaba nada me levante, pero no conseguí engañarla.
Eva me cogió del brazo y empujando suavemente hizo que volviera a mi anterior posición y sin dejar de mirarme me soltó:
-Venga, desembucha, ¿Qué pasa por esa cabecita?
-La miré y sin saber como me encontré soltándolo todo, lo que realmente me gustaba, lo que me animaba, motivaba, mientras ella me escuchaba sin quitar ojo, para al rato de forma natural acercarse y abrazarme.
Ese abrazo fue el desencadenante de lo que ocurrió a continuación………
Qué bien!
ResponderEliminarUna historieta de amor!
Con lo maruja que soy yo para estas cosas, jajaja!!!
Ahora solo falta que nos tengas colgados 15 días como Xavi, que te mato eh???
Así que ya puedes ir espabilando y estrujar la sesera!! :-)
BESITOS DE "ARREANDO"!!
chuspiña, por Dios, no me compares con Xavi, joe, y no, no, no, esto no tiene final, era para demostrarle a una amiga que soy incapaz de escribir un cuento, lo voy alargando y alargando y al final no sé como terminarlo.
ResponderEliminarun besazo, gracias por el comentario
La palabra incapaz te pega a ti lo que a mi unos tacones salada. Digo yo Lupe, intenta hacer un micro relato a ver :p
ResponderEliminarQue no te pega por qué?... pues sinceramente Guada me ha gustado el cuento, es que me parecia real enserio...
ResponderEliminarAsi que sigue escribiendo y si no tiene final no pasa nada, ¿por qué los cuentos tienen que tener final? ¿para qué tenemos la imaginación? a mí me parece una buena idea que escribas el cuento y si al final no tiene final (valga la redundancia) dejalo sin terminar.
Respecto a lo de lengua de signos, sabes me encanta, y no por compasión con la comunidad sorda, ni por pena, simplemente porque creo que es bonita, que hay que tener mucha expresividad. Aunque a la vez, aunque aún no sé mucho (solo un curso de 60 horas), me parece muy muy complicado.
Ya está que va a ser un super comentario jaja. un besote hija y sigue escribiendo el cuentooooo!
Guada está muy bien el cuento pena que no le pongas final,nos quedamos todos expectantes,seguro que tú puedes ponérselo..
ResponderEliminarBesos
Muy buen historia de amor esta empezando... ahora nos dejaras con la intriga... y se puede saber porque tus cuentos terminan en la basura si esta muy interesante!!!! Si se te ocurre ponle final sino deja la espectativa y que los demas imaginemos... y por favor si se te ocurre final ponlo pronto o es que ahora como Xavi no escribe tu nos haras lo mismo...
ResponderEliminarBesotes guapisima!!!!!!!!!!!
...es un cuento muy parecido a lo que sospecho le ha sucedido (o sucede?) a alguien que conozco...encuentros furtívos...etec,etc,etc... veremos en la segunda parte como se desencadenan los acontecimientos...jajaja...un abrazo...
ResponderEliminarUououoooooooooo!
ResponderEliminarQue expectación...
Besos
Pues hija, estoy planteandome muy seriamente revolver entre tu basura a ver si encuentro algun otro tesoro como este.
ResponderEliminarUn secretillo?: Me encantaria oirte leyendolos.
Yo aun no pierdo la esperanza d leer aquel X q decias en tiempos.
un besito
Los encuentros furtivs tienen su aquel, eh?
ResponderEliminarjajajaj
Saludos y un besi guapa
estuve muuucho tiempo sin pasar las re extrañe a todas! pido perdon!
ResponderEliminarAca estoy nuevamente para vossss.
espero qe todo siga mas qe muy bin!! ;)
Miles de besoss Male
Y a continuación? Jejje, las historias de amor no acaban nunca, siempre hay algo :)
ResponderEliminarbesos.
chicos/as, muchisimas gracias por vuestros mensajes.... la verdad no me encuentro bien, asi que espero disculpeis este comentario
ResponderEliminarya volveré a escribir
saludos
Las mejores historias de amor son las que no tienen final, así que vas por buen camino con tu relato.
ResponderEliminarUn besazo
Antes de empezar a escribir se debe tener muy claro a dónde se quiere llegar. (Por esto yo no escribo).
ResponderEliminarmuy cierto Dintel, no hay q traspasar el umbral si no se sabe que hay detrás de la puerta, pero me gusta empezar, el terminar ya se vera,
ResponderEliminarun beso
y deberias escribir