nube

Cuando era pequeña creía que las nubes rosas que mi padre compraba en los puestos feriales a los que íbamos de vez en cuando toda la jauría de chiquillos del pueblo, venían de las nubes, y que en una de las puertas o cortinillas de las tiendas existia un aparato que las teñia de rosa, para que nosotros pudieramos comerlas sin envenenarnos, porque las nubes son frágiles y al estar en contacto con el sol pues.... imaginativa desde luego si era.

El paso de los años, me hizo ver las nubes de otra manera, como algo relajante cuando estás tumbada en la hierba, como forma de matar el aburrimiento buscando formas parecidas, buscando una estrella fugaz en la noche para pedir un deseo, con miedo a que ese color oscuro presaguie una lluvia que me fastidie la colada, o bien como metáfora de éstados de ánimo, y eso es lo que me pasa que desde ayer, que me arriesgué, hice algo con lo que no contaba y este es el resultado temporal, estoy en una nube, con los pies fueras, con riesgo de que me den un empujoncito, el empujoncito definitivo que me deje o bien fuera o me meta dentro del todo en medio protegida por ella. La verdad es que las probabilidades de que ocurran en ambos sentidos son las mismas, las dudas son varias, el lio está un poco deshecho, es complicado dice, a lo que yo añado que no es imposible, le dije que se lo pensara y ya me diria, eso si, mi puesto en este trocito de nube que acabo de conquistar merece la pena, a pesar del riesgo de caida, porque prefiero intentarlo y romperme una pierna, a pasarme un tiempo pensando que hubiera ocurrido si ambas lo hubieramos vuelto a intentar.

Sé que estoy haciendo lo que mi instinto me dice, puede que me equivoque, pero será el error con más posibilidades de que nunca me arrepienta.

De momento me gusta este sitio, cerca del sol, de la luna, de las estrellas con una vista privilegiada y las cosas claras, y que me quiten lo bailado.

Probablemente mi reino en la nube no sea lo duradero que yo quiera, pero eso sí, voy a luchar por conquistar ese trozo de esponjosidad, que me hace sentir yo y con la que es como si estuviera en "casa"

Tus labios en los mios despertaron sentimientos que creía que no volvería a sentir, y por eso, por ese breve espacio de felicidad vale la pena.