sábado, 14 de enero de 2012

trece de quince

El no saber decir que no a veces, porque ayer no tuve problemas para ello, a veces me trae consecuencias como lo de hoy, dos turnos de trabajo en un mismo día, muy productivo, porque hoy:


Uno: no he dormido casi nada, es lo que tiene salir de trabajar a las once de la noche porque me quede hablando con las del siguiente turno, y empezar otro turno nueve horas después, pero me lo pase bien, dormí poco pero bien. Dos: no me acordé de que los viernes hay mercadillo, así que tuve que aparcar a diez minutos del trabajo lo que me vino bien para pasar por un bar y tomarme un café rápido. Los cafés de los bares saben mejor, o es mi impresión. Tres: no sé si es que de común ya nací cansada, pero hoy no me apetecía trabajar en la segunda, así que soborné a una del bajo para que me lo cambiara, si me hacía el favor le dije, pero el favor se lo terminé por hacer yo, porque el bajo ahora está peor, me toco levantar a una que ha vuelto del hospital después de una hemiplejia y tuve que pedir ayuda, como la que me lo cambió tuvo que irse a media mañana me cambié de planta, así que hoy he tenido lo mejor de cada planta. Cuatro: me dicen que cuando vaya a levantar a uno no le diga que su madre acaba de morir y que si me pregunta por su madre le diga que está en el hospital y que no sé nada, como soy tan expresiva y se me nota todo, mande a otra a que lo levantara, me hice uno menos, cinco: ha sido un día muy intenso porque al finalizar el trabajo me he ido a dar una vuelta por el carril bici y he acabado agotada, lo cual ha hecho que disfrutara mucho del baño que me he dado, seis: me he acicalado para volver al trabajo de noche, y lo primero que me han dicho es que el paciente al que se ha muerto su madre está mal y no ha cenado, que le llevara algo, he estado un rato con él y al despedirme me ha agradecido el que estuviera ahí, siete: aquí estoy, comiendo bizcocho que me ha traído y pensando que he pasado del día 13 al 14 sin apenas darme cuenta, para mí que el día acabara cuando me levante de la cama, me encanta estar desorientada y sin saber ni que día es. Ocho: me voy a hacer los cambios, lo cual demuestra que tengo muy buena salud y una resistencia a prueba de turnos. Nueve: hoy he echado mucho de menos a mi chica, no verla dos días se me hace cuesta arriba, pero ves? Tengo a alguien que me espera y eso lo suple todo, mientras escribo mis compis están fumando y acabo de recibir un mensaje de koko. Diez: en unas horas ya estaré en Alicante, con el pijama puesto, me echaré una siesta breve, comeré, terminaré los dos trabajos y me iré a cenar y ver una peli con unas amigas.

Hay que ser positiva no? Pues espero que esta noche no haya ni perdigones, ni chapapote, ni follones y que los lorazepams pautados sean muy, muy efectivos. Y que me dejen dormir.





2 comentarios:

  1. Si,los cafés en los bares,casi siempre,saben mejor,y más si te los hacen con una sonrisa.
    Al final lo más positivo de TODO va a ser que has escrito lo prometido,15 dias viendo lo positivo de lo cotidiano.Perfecto.

    Koko

    ResponderEliminar